Enjuagar los garbanzos y los pasamos a una cazuela con una cebolleta entera, la hoja de laurel, unos granos de pimienta y sal. Cubrir con agua templada, tapar y cocer a fuego medio hasta que estén tiernos. Luego se escurren y reservamos el agua de cocción.
lEn unas cucharadas de aceite, freímos la rebanada de pan con los ajos enteros y un puñado de hojas de perejil. Cuando estén doraditos, se sacan al mortero con las hebras de azafrán, un par de granos de pimienta y unas cucharadas del caldo de los garbanzos. Majar todo junto hasta que tengamos una pasta.
lSecar el bacalao, pasarlo por harina y se fríe en la misma sartén con un poco más de aceite. Lo sacamos, se escurre sobre papel de cocina y reservamos.
lCalentar algo de ese aceite en la cazuela y rehogar las otras dos cebolletas muy picadas. Incorporar luego los tomates en dados y dejamos que vayan ablandándose y que el caldo reduzca.
lJusto antes de apagar del fuego incorporar las setas a la salsa y dejamos reposar antes de servir. Acompañar con un puré de patatas casero y una ensalada.
l Agregar los garbanzos, el majado, una pizca de sal y cubrimos con el caldo caliente. Tapar a medias y cocer 20 minutos a fuego suave. Incorporar el bacalao desmenuzado, mezclar bien y cocer cinco minutos más todo junto. Dejamos reposar antes de servir.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios