Acta non verba

Curro Ledesma

rfledesma@economistas.org

Homenaje 'inconcebible'

¿O es que el terrorismo etarra en España no es memoria histórica?

Durante estas últimas cuatro noches he visionado una narración única a través de los archivos del 11-S y los testimonios de supervivientes y equipos de emergencias. Esta impactante docuserie '9/11: One Day in America' con la que National Geographic ha querido conmemorar el veinte aniversario de la tragedia terrorista, no tiene desperdicio. Tras escuchar con el corazón encogido los desgarradores testimonios de las personas que estaban a punto de morir dentro de los edificios, han sido inevitables las comparaciones. Durante más de cuarenta años hemos vivido la lacra del terrorismo de ETA en nuestro país. Salvando las distancias, sorprende y mucho, como los americanos bajo la misma bandera y sin fisuras se levantaron ante tal barbarie.

En nuestra querida España, por el contrario, se pone fin a la dispersión de los presos de la banda terrorista y el acercamiento a cárceles próximas al País Vasco, así como la transferencia de las prisiones. Pero han sido tantas la cesiones y concesiones de este Gobierno social comunista, que la izquierda abertzale quiere más y busca lo que ha denominado el fin de la "vulneración de los derechos de los presos vascos". Nunca han ocultado su fin último: la excarcelación de los que llaman "presos políticos", los asesinos de ETA.

Mientras tanto, el próximo día dieciocho, si la Audiencia Nacional no lo impide, el autor de colocar un vehículo con 250 kilos de explosivo en la Casa Cuartel de Zaragoza y que provocó once muertos y cuarenta heridos será homenajeado en Mondragón (Guipúzcoa). ¿Cómo se puede permitir la celebración de este tipo de actos? ¿O es que el terrorismo etarra en España no es memoria histórica?

Durante cerca de medio siglo han sido 850 inocentes los que han sido cruelmente asesinados, otros miles han sido mutilados, secuestrados y extorsionados y centenares de miles han tenido que "huir" de sus ciudades o pueblos. La "marcha solidaria" a favor del terrorista de ETA, Henri Parot, es una nueva humillación a las víctimas del terrorismo que pone de manifiesto que al entorno de la banda terrorista se le esté dando cobijo social, mediático y cívico. Se va a cruzar una línea muy peligrosa. El hecho de que estos actos dejan de ser genéricos para mostrarse solidarios con el mayor asesino de la banda terrorista. ¿Se imaginan un homenaje a quienes cometieron los atentados del 11-M? Hechos, no palabras.

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