¿Huelga en la Universidad?

HOY, 24 de marzo, está convocada una jornada de huelga en la UGR. Y mañana se celebran elecciones sindicales en la misma, maravillosa forma de celebrar la jornada de reflexión. Quédate en casa y vótanos mañana, podría ser el eslogan de algunos sindicatos. No niego que puede haber muchos motivos para la huelga, no niego muchas razones. Más mi Cajón de hoy quiere explicarles algo que quizás no conozcan, algo que si usted es trabajador, si tiene la suerte de tener trabajo (le gusten o no le gusten sus tareas) seguro que le sorprenderá a primera instancia y luego puede que le cabree soberanamente.

Le pongo en antecedentes. En 25 años que llevo como profesor en mi querida UGR se han producido muchas huelgas. No recuerdo cuáles secundé o no, pero le aseguro que nunca me controlaron si la apoyé o no, y nunca se vio afectada mi nómina. Y es que claro, se da por supuesto que puede que no tengas clase ese día, ni tengas alumnos en tutorías, o tengas un experimento fundamental en el campo o una entrevista de investigación en Pernambuco, o simplemente tengas ganas de rascarte las narices. O sea que el control se entendía imposible.

Pues resulta que hoy tenemos control. Los que vayamos a trabajar, yo he decidido hacerlo, tenemos que dejar claro que vamos a trabajar. Tenemos que fichar a la entrada y a la salida. En 25 años es la PRIMERA vez que ficho en mi trabajo como profesor universitario. ¿Conocen ustedes algún colectivo de trabajadores donde se tenga que decir que si voy a mi trabajo es porque voy a trabajar?

Esgrimir el rechazo al modelo 3+2, que por otro lado está demorado en Andalucía hasta el 2017, como motivo para la huelga y alegar que ese modelo ataca a la universidad pública me parece un argumento puramente político y lleno de humo para ocultar otras cosas. ¿Qué queremos cambiar en la Universidad? Vamos a ver si podemos ser claros, ya saben lo de la transparencia que tan en boca está de todo el mundo. Algunos se molestan y les resulta más importante pedir que se rectifiquen las informaciones que muestran que la docencia que se imparte es la que es. Y es que no hay más, aunque algunos sueñan con inventársela y hasta convocan huelgas para decir que no hubo clase. Vale.