El mejor amigo del hombre y el mejor amigo del perro (no siempre), tanto monta, monta tanto, en este caso se entienden a las mil maravillas y comparten penas y dolores. Ambos cojean, uno con la ayuda de una muleta y el otro simplemente con una pata vendada. Entre los remedios para superar el mal momento, sin duda uno de los más efectivos es la mutua compañía.

Lazos invisibles, dolor compartido
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios