Cajón de sastre

Francisco González / García

Líneas rojas o de otros colores

29 de diciembre 2015 - 01:00

TENEMOS una fuerza política empeñada en repetirnos como una línea roja infranqueable, y es curioso el empeño en poner las líneas de color rojo, que España es un estado plurinacional y pluri-lo que ustedes quieran poner después. Al más puro estilo República independiente de mi casa. ¿Debería censurarme por hacer publicidad encubierta? Y que esa cuestión es para estos nuevos soviets, los llamo así puesto que reclaman el poder al más puro estilo de mi juvenil ídolo y entrañable Vladimir Ilich Ulianov, innegociable. Y les resulta incomprensible e imperdonable que los ciudadanos y ciudadanas de esta futura república plurinacional no lo entiendan. Y aquellos obtusos de mente que no lo ven serán barridos por la irrefrenable fuerza de la historia; al más puro estilo de lo que se proclamaba en la extinguida URSS, recuerden la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que ni estaban unidas salvo por el terror ni mucho menos eran socialistas. Ruego me disculpen los lectores por dejarme llevar de estas soflamas históricas, por un momento pensaba que escribía en 1916 o 1917, el ondear de líneas rojas me confunde.

O bien podrían ser que todavía no me creo la genial inocentada que los 1515 y los otros 1515 antisistema le han dado al president, al procés català, a la realitat incontestable catalana (disculpen mi plurilingüismo es limitado) y al comité federal del partido socialista obrero de Andalucía y Extremadura (antes en España). Esto ya no me produce soflama, sino que me hace sonrojar, vaya otra vez el rojo, pero de bochorno.

Y aprecio que otros partidos siguen, al menos en la primera mano de pintura, a lo suyo; es decir pintando más líneas aunque sean de diversos colores, pero exclusivamente los propios. Mis esperanzas de que se llegue a un gran acuerdo, estilo Alemania, son bastante escasas. Tomo el ejemplo de la educación y lo único que nos contempla es un continuo cambio de leyes según el color del poder político. ¿En verdad lo que queremos los españoles es tirarnos los trastos a la cabeza sin posibilidad de acuerdo? Mi lectura de los resultados es que hay que pactar y acordar entre todos, entre todos los que no quieran ni privilegios ni protagonismos personales. Todos nos dimos el orden constitucional actual y todos tenemos que cambiarlo, sin permitir que minorías asamblearias se impongan. Empero reconozco que tengo poca esperanza, lo veo negro, falto de color. Vale.

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