El lanzador de cuchillos

Mafia

El teorema Buscetta supuso el punto de no retorno en la polémica sobre la naturaleza de la mafia

El primer diccionario de dialecto siciliano que registra la palabra “mafia” es el del Traina, publicado en 1.868; y la da como nueva, llevada a Sicilia por los piamonteses, es decir, por los soldados y funcionarios llegados a la isla después de Garibaldi. No obstante, el origen de la palabra, según el Traina, es toscano y quiere decir “miseria”. El término tiene además otras acepciones: “osadía, seguridad de ánimo, superioridad”; en este sentido “el mafioso” es el hombre que no se arredra ante nada, que “non porta mosca sul naso”.

Sobre la naturaleza de la mafia hubo siempre una encendida polémica, que contribuyó a alimentar el natural reservado del siciliano. La cuestión se centraba en saber si se trataba de una organización, con una determinada estructura y estatutos, o si, por el contrario, dicha asociación jamás había existido. En la atmósfera de la isla se respiró siempre una cultura institucional que negaba la existencia de la mafia y rechazaba cuanto hacía referencia a la misma. Tratar de dar un nombre al malestar social equivalía a rendirse a los ataques del Norte. En este frente de batalla se movía Giuseppe Pitrè, el más importante investigador de las tradiciones populares sicilianas, para el que la mafia era la conciencia del propio ser, el exagerado concepto de la fuerza individual, único medio para resolver cualquier conflicto. No era un entramado criminal, sino una filosofía de vida, un código de conducta. El siciliano –decían los negacionistas del fenómeno mafioso– aprende desde la cuna que debe defender su dignidad a cualquier coste y no consentir jamás que el mínimo insulto u ofensa queden sin venganza; que se debe guardar silencio y desconfiar de las autoridades y de las leyes.

En 1984, la aparición de los arrepentidos, hombres de honor que por primera vez declaraban ante la Justicia –el principal, Tommasso Buscetta–, puso luz donde hasta entonces había habido tinieblas. Don Masino, en su declaración ante el juez, hizo referencia a la existencia de una organización denominada Cosa Nostra, de la que describió estructura, ritos de iniciación y crímenes concretos. El teorema Buscetta supuso el punto de no retorno en la polémica sobre la naturaleza de la mafia y condenó a muerte a su interlocutor, Giovanni Falcone. Buscetta se lo había advertido: “Primero irán a por mí –se libró de milagro, pero la mafia le mató a catorce parientes– y después será su turno. No pararán hasta que lo consigan”. Lo consiguieron el 23 de mayo de 1992. Mañana se cumplen 31 años.

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