DICEN que Mariana Pineda, antes de ser ejecutada con el garrote vil, escribió una carta de despedida a su hijo José María, pidiéndole que fuera fiel a la revolución liberal y que no se avergonzara jamás de haber tenido una madre que había sucumbido bajo las manos del verdugo, porque lo había hecho en defensa de la libertad y de los derechos del pueblo. Así lo describe la escritora Antonina Rodrigo en su magistral biografía Mariana de Pineda, heroína de la libertad". Aquel 26 de mayo de 1831, mataron a la mujer, pero nació la heroína. El crimen cometido por el rey déspota Fernando VII ha sido recordado por dramaturgos y poetas durante casi dos siglos.

Mariana Pineda ya mereció la atención de los autores románticos del siglo XIX. La primera representación teatral de la historia de Mariana se remonta a 1836, cinco años después de su ejecución, cuando se procedió a la exhumación de sus restos y se celebró un programa de actos en su ciudad natal. Entonces se puso en escena Aniversario de la muerte de Doña Mariana Pineda, de Fernando Nieto. Dos años después, se publicó el drama, escrito por Francisco Lasso e impreso en Lisboa en 1838, con el título: El Heroísmo de una Señora.

Sin embargo, fue el poeta Federico García Lorca, ya en el siglo XX, el que dedicó a Mariana Pineda la obra dramática que le dio renombre internacional. Aún se recuerda en Granada el homenaje que García Lorca recibió en 1929, en el Hotel Alhambra Palace, para celebrar el éxito obtenido por el poeta con el estreno de su obra Mariana Pineda en el ya desaparecido Teatro Cervantes. La actriz Margarita Xirgú, que dio vida a la Mariana de Federico, recibió una ovación impresionante del público granadino, según la crónica del prestigioso diario El Defensor de Granada, que dirigía Constantino Ruiz Carnero. El drama lorquiano convirtió a la heroína en símbolo mundial, aunque, lamentablemente, Mariana Pineda tiene hoy más reconocimiento en Europa que en su propia ciudad.

Este año, en un intento de boicotear 'Mariana, Fiesta Local', el gobierno municipal del Partido Popular ha impedido a Granada Abierta hacer el homenaje que Mariana se merece en la histórica jornada del 26 de mayo. Nos hemos visto obligados a trasladar al día 27 esta fiesta popular, que venimos organizando desde hace una década en la Plaza de la Mariana. En su lugar, el Ayuntamiento hace una especie de procesión rancia, añeja y casposa, pero Mariana se merece mucho más. No basta con un premio, una función de teatro o una ruta para pensionistas y jubilados. Todo eso queda deslucido mientras el 26 de mayo sea un día laboral. El gobierno municipal tiene que declarar oficialmente el Día de Mariana como fiesta local, por ser símbolo de igualdad y libertad, que goza de gran popularidad y es reconocido por la Unión Europea. Así lo entiende la Consejería de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía que patrocina esta edición de 'Mariana, Fiesta Local'.

Lo que plantea Granada Abierta no es nada nuevo, pues el Día de Mariana fue la gran fiesta de Granada desde 1836 y tuvo su mayor esplendor durante la República, hasta que fue prohibida por el régimen franquista Por tanto, se trata de recuperar la fiesta popular y laica que la dictadura nos quitó. Granada necesita una fiesta, capaz de unir a toda la ciudadanía en torno a este personaje histórico que es ejemplo de liberación de la mujer, como nos recuerda Antonina Rodrigo: "A Mariana no sólo la mataron por defender la libertad, sino también por reivindicar la igualdad, ya que se atrevió a participar en la revolución liberal, en un tiempo en el que la política estaba prohibida para las mujeres".

Esta tarde, volveremos a vernos en la Plaza de Mariana Pineda con asociaciones de mujeres, con el trovador Javier Tárraga, especialista en el romancero popular, y conocidos cantautores, como Juan Trova o María Martín, que se han unido a Granada Abierta para dar un nuevo impulso a 'Mariana, Fiesta Local'. Queremos rendir homenaje a la heroína que se enfrentó, con dignidad y entereza, a la brutalidad de sus verdugos. Acabaron con su vida, de apenas 27 años, mediante el garrote vil, un instrumento de tortura inventado por la Inquisición y utilizado después por la dictadura franquista, que intentó borrar su memoria. Pero nunca olvidaremos la muerte de Mariana, cruel y despiadada, que nos recuerda a las 25 mujeres que han sido asesinadas, en lo que va de año, en el cadalso de la violencia machista.

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