¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
Un nuevo héroe nacional (quizás a su pesar)
ENTRE 2010 y 2011 un país de la Unión Europea estuvo sin gobierno constituido, solo en funciones. Durante casi 600 días diez millones de europeos sobrevivieron a tal situación y se habló incluso de una mejora en la economía nacional. El gobierno era solo necesario para algunas cuestiones menores. Nadie hablaba de irresponsabilidad, ni de falta de respeto al parlamento, ni se hacían otras acusaciones; se dialogó hasta alcanzar acuerdos y entonces los belgas tuvieron un gobierno.
Ahora los andaluces podríamos funcionar, en funciones, puesto que tenemos un presupuesto aprobado para 2015; un presupuesto aprobado con el apoyo de una fuerza política a la que simplemente se la dejó de lado porque ya no era políticamente rentable pactar con ella. Resulta cínico acusar que solo se busquen intereses electorales y partidistas y que solo se pide una abstención. Señora presidenta (en funciones): ¿Acaso la convocatoria adelantada de las elecciones no buscaba los intereses políticos y partidistas de su partido o, incluso, simplemente sus intereses personales?
Pareciera que tras 35 años de gobierno y salvo un periodo de dos años, los de la pinza, el socialismo andaluz transmutado en 'susanismo andaluz' sigue confundiendo los términos y es incapaz de entender que sus medias verdades ya no son suficientes. Ahora resulta que no la dejan gobernar; a ella por supuesto. Y que ella es la solución de todo y para todos. Señora presidenta (en funciones): lea usted los resultados electorales. Sólo ha recibido 4 de cada diez votos. ¿Pretende convencernos de que esa mayoría es la de todos los andaluces? ¿No estará confundiendo el clientelismo, el seguidismo, la Andalucía palmera de su canal televisivo con el mundo real exterior? ¿Qué verdad cree que existe fuera de su empecinamiento personal?
Ya vamos siendo mayores y sabemos que mientras estén pendientes unas elecciones todos se lo toman todo con calma. Y además con unas generales en perspectiva ¿No lo pensó usted al adelantar las autonómicas? Quería usted mayor estabilidad, ¿Le molesta ahora no tenerla? ¿Su opción es amenazar con otras elecciones y no se le ha ocurrido pensar que, en un parlamento muy plural, tiene que dialogar mucho más? ¿Le salieron mal los pronósticos electorales o es que sus cuentas son tan simplonas como clamar que cuatro de diez son la mayoría? Vale.
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