Mitología

No se puede entender que en Granada haya quien siga creyendo que el PP gestiona bien los dineros municipales

Los mitos, como los cuentos, nos ayudan a enfrentarnos a un mundo que nos resulta adverso y, con demasiada frecuencia, nos sobrepasa. Por eso mitos, cuentos y leyendas acompañan a las personas a través de los tiempos, adaptando sus formas al contexto en el que nos son necesarios.

Uno de esos mitos recurrentes tiene que ver con la recaudación fiscal y la economía. Dicen algunas leyendas que, si bajan los impuestos, la economía mejora. Cuando la realidad dice que, si acaso mejora, es una mejoría parecida al algodón de azúcar: muy dulce, muy voluminosa y muy poco consistente.

A quienes creen en ese mito no les gusta hablar de servicios público. Les gusta, si, disfrutar de ellos. No en vano el "modelo nórdico" fue también un mito recurrente durante muchos años en lo que a formas de prestación de servicios se refiere, cuando el mundo están aún dividido en bloques y eso que llamamos ideología marcaba de forma explícita las maneras de hacer política. En ese tiempo los países escandinavos, cuna de eso que seguimos llamando 'estado del bienestar' y que fue creado por la socialdemocracia, eran un sueño al que todos querían parecerse…aunque nadie hablara de cuál era la presión fiscal allí. Tampoco hoy se habla de eso. Es otra característica de los mitos y los cuentos: ofrecen una visión parcial de la realidad, la cara que más favorece al interés de quien sigue contando el cuento.

Con frecuencia ese mito de la rebaja fiscal va de la mano con otro no menos indemostrable, el de que la derecha, los partidos políticos de ideología conservadora, son mejores gestores de los fondos públicos que los de izquierdas. Como ocurre con cualquier otro mito, los pre-juicios que lo sustentan están anclados en nuestro subconsciente colectivo y son difíciles de desmontar, precisamente por su irracionalidad.

Si no es por esa irracionalidad, no se puede entender que en Granada haya quien siga creyendo que el PP gestiona bien los dineros municipales, cuando fue el causante, por sus desmanes y corruptelas, de que las cuentas del ayuntamiento fueran intervenidas en 2012 y lo sigan estando a día de hoy. En el año y tres meses que lleva gobernando el PSOE se ha conseguido además de reducir la deuda, aprobar un presupuesto expansivo (y con solo tres votos en contra) y que el plazo medio de pago a proveedores pase de estar entorno a los 200 días a apenas 80.

Todo esto son datos, la mejor arma de que disponemos para derribar los mitos.

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