Cambia, todo cambia

#ParquesAbiertos

El cierre de parques y jardines, está afectando al adecuado desarrollo de la infancia en nuestro país

La inmensa mayoría de la población estamos de acuerdo en limitar nuestros movimientos y adaptar nuestra vida social para evitar la saturación del sistema sanitario y el sufrimiento que genera el Covid-19, en especial en las personas más vulnerables al virus.

Pero si las vacunas no lo remedian pronto una parte importante de lo que se denomina nueva normalidad ha llegado para quedarse. Las medidas excepcionales que iban a durar poco tiempo empiezan a alargarse sin que veamos claro cuándo van a finalizar. Esto implica que debemos tener mucho cuidado con los efectos perversos que puedan tener algunas de estas medidas.

Una de ellas, el cierre de parques y jardines, está afectando al adecuado desarrollo de la infancia en nuestro país. Si a esto se le suma que gran parte de las actividades extraescolares y deportivas están canceladas o han sido limitadas, nos encontramos con el riesgo de que la falta de ejercicio y el crecimiento de la obesidad infantil acaben siendo más letales que el propio coronavirus.

En un país donde el 40% de menores de entre tres y ocho años sufre obesidad o sobrepeso, limitar su actividad física constituye un enorme error que tendrá consecuencias nefastas en la salud de estos niños y niñas. La situación tendrá especial incidencia en aquellas familias más vulnerables cuyas viviendas están en peores condiciones para afrontar este nuevo confinamiento y cuyas economías están siendo duramente golpeadas por la crisis, lo cual reduce la ya de por sí baja calidad de los alimentos que pueden conseguir.

El tiempo ha demostrado que nuestros hijos e hijas no son grandes vectores de contagio. Y además, desde que reabrieron los parques y jardines o las escuelas hemos podido comprobar cómo la población infantil es muy responsable a la hora de cumplir con normas básicas como el uso de la mascarilla.

Una vez confirmado que al aire libre se producen menos contagios, sólo necesitamos que se mejore la limpieza viaria y se apliquen unas sencillas medidas de higiene y organización del espacio para poder reabrir los parques y jardines con seguridad. Por todo esto, me sumo a las más de 5000 personas que han apoyado la iniciativa #ParquesAbiertos y reclamo que éstos sean utilizados para el ocio infantil por la tarde, mientras que por la mañana podrían ser espacios para la didáctica disminuyendo los riesgos derivados de la masificación de las aulas donde los contagios son mucho más fáciles.

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