Plutarco y el salchichón

PERMÍTANME recordarles que el historiador y ensayista griego Plutarco defendía con vehemencia el vegetarianismo; y su defensa se basaba en unos principios éticos muy respetables. Plutarco mezclaba diversos argumentos, algo propio en sus diversos ensayos, como que los animales tienen cierta inteligencia y que ello nos debe evitar el consumo de carne, que de ser cierta la metempsicosis o transmigración de las almas estaríamos realizando unas prácticas de canibalismo, que debería sernos repulsivo comer cadáveres, que debe darnos compasión y respeto las criaturas que matamos y que nuestro aparato digestivo no está diseñado para la ingesta de carne. Todo un catálogo de ideas ya enumeradas hace dos milenios y que seguro suscriben todos los veganos actuales. No hay nada como los clásicos.

Desde pequeño me encanta el salchichón y lo tomo como ejemplo de la carne procesada que parece estar en el punto de mira de cierta organización mundial. Resalto que no comparto las ideas de los vegetarianos aunque me parecen muy respetables, en particular si se expresan con la elegancia que las escribían los clásicos. Tengo mis dudas de si Plutarco rechazaba todo tipo de carne en sus banquetes, aquellos que finalizarían con discusiones que luego iluminaron muchos de sus ensayos de morales y costumbres.

En todo caso sus ideas me parecen más lógicas que el desafortunado informe de esa organización mundial que pone bajo sospecha el consumo de carne y se queda tan tranquila. No es que les fallara su estrategia de comunicación, es que parece actuar como los globos sonda que sueltan los políticos, para ver las respuestas del entorno. Se excusan con que se les interpretó mal. Reunir unos cientos de trabajos, compendiarlos y soltar la que han soltado se podría hacer en un simposium de especialistas y que las risas se queden en la sala de conferencias pero parece que se confundieron de auditorio y lo mandan a todos los medios de comunicación; un ligero error para una organización que maneja multimillonarios presupuestos.

Que lo que lleva el salchichón para que dure más en la nevera es malo para salud, nada tiene que ver con la carne; y ya lo sabíamos. Que churrascar la carne más de lo debido nos afecta al colon, también. Que tenemos un ritmo de vida insostenible para la salud del planeta, por supuesto. Pues díganlo clarito y dejen los salchichones tranquilos. En fin esa misma organización mundial decía hasta 1990 que la homosexualidad era una enfermedad mental. Juzguen ustedes. Me gusta más la retórica de Plutarco y, por supuesto, el salchichón. Vale.