¿Quo vadis PSOE?

Con la decisión de imponer a Carmen Calvo, Ferraz demuestra no tener el más mínimo respeto a esta provincia

La frase está vinculada a una tradición cristiana que gira en torno a San Pedro. De acuerdo con los Hechos de Pedro, el Emperador Nerón comenzó una persecución contra los cristianos, lo llevó al apóstol a escapar de Roma, en el camino se encuentra con Jesucristo cargando una cruz y al verlo, le preguntó: “Quo vadis Domine” (¿A dónde vas, Señor?) a lo que Cristo contesta: “Romam vado iterum crucifigi” (Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo).

Pues algo así cabría aplicársele al PSOE que ha sorprendido a propios y extraños, nombrando a la exvicepresidenta del Gobierno y cordobesa de pro, Carmen Calvo, como número uno en sus listas al Congreso por la provincia... ¡De Granada!

Cuando el miércoles se conocía la noticia, los juramentos socialistas se escuchaban desde Motril a Iznalloz y desde Huéscar hasta Loja, mientras que en la Torre de la Pólvora, el “informe caritas” –como diría mi buen amigo, Enrique Moratalla– reflejaba una realidad palmaria: que el PSOE de Granada pinta menos en el PSOE, que Feijóo en la Academia Británica.

El bofetón que Ferraz ha propinado a la cúpula socialista nazarí ha sido de los que hacen época. Primero rechazando su propuesta de que volviera a ser Elvira Ramón la cabeza de lista y después diciéndoles que el socialismo granadino carece del más elemental liderazgo... Si Pepe Entrena no se ha planteado presentar su dimisión por el desastre electoral del #28M, debería planteárselo por el monumental desaire que le ha llegado desde su secretario general, en forma de candidata cordobesa.

Los paracaidistas y cuneros, como se conocen a los candidatos/as impuestos en territorios que no son los suyos, son demasiado habituales en nuestro sistema y objeto de reflexión para grandes pensadores como José Ortega y Gasset, quien en las cartas dirigidas a uno de los padres del cunerismo patrio, el granadino Melchor Fernández Almagro, advertía que: “Es responsabilidad de los ciudadanos y los partidos políticos, trabajar para prevenir su elección”. También el gran don Miguel de Unamuno reflexionó sobre el fenómeno, asegurando que: “Estos individuos son vistos como oportunistas y contemplados como una afrenta, incluso como un insulto, para los votantes locales, que pueden llegar a sentirse resentidos por la llegada de un extraño”.

Con la decisión de imponer a Carmen Calvo como candidata socialista por Granada, Ferraz demuestra no tener el más mínimo respeto a esta provincia, no conocer ni remotamente la idiosincrasia de su votante, además de dejar a los pies de los caballos a su secretario provincial y su ejecutiva y lanzar a la sociedad granadina un mensaje de perdedores que ayudará muy poco a la izquierda de cara al #23J.

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