Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

'Rempujas fashion'

30 de junio 2008 - 01:00

QUE sí, que ha llegado la era de las 'rempujas', denominación de origen de nuestra Andalucía oriental referida a los tradicionales sombreros de paja usados desde siempre en el campo, eso, en el campo, por los trabajadores de toda la vida que con el sudor de su frente sacaban adelante a sus familias. Pero en esta época de crisis aguda, de subida bestial de las hipotecas, de la gasolina, de la luz… en fin, de todo, que lo único que falta que nos cobren es el contaminado aire que respiramos entre asmas y alergias cada vez más extendidas, y obviando, porque la evidencia se impone, los cuentos chinos de ZP, parece que las frivolidades se extienden tanto o más rápido que la calorina ésta que ya no hay quien aguante.

Y es que, entre referéndum ilegales, 'urkulladas' futbolísticas y culebras que salen por los tejados o, incluso, por el wc, las 'miembras' del Gobierno de la II era zetapeniana seguro que, para hacer frente a sus propias crisis de identidad, de igualdad, de libertad y de fraternidad, van a terminar posando de nuevo para el Vogue, pero esta vez no entre pieles, que las progres también se equivocan, sino con 'rempujas', 'rempujas' auténticas de esta tierra a la que tantos votos le deben.

Y la primera en dar ejemplo de esta nueva moda de las 'rempujas fashion' ha sido, como no podía ser otra, la 'vice', ministra 'superfashion' donde las haya, enemiga del modelito de quita y pon, que eso de repetir sólo nos queda para las mileuristas. Pues bien, María Teresa lució la 'rempuja' de la rosa el pasado sábado en Valencia, en una fiestecilla de esas que, con la excusa de la tierna flor, hacen de vez en cuando para anestesiar ideológicamente al que quiera comerse una paella gratis. Y causó sensación, tanta que no dudo de que el verano de las 'rempujas' ya está aquí y para solucionar cualquier problema lo único que hay que hacer es colocarse una y el aire campestre que inmediatamente se adquiere erradica todos los males de este presente caótico en el que nos encontramos.

Pero es tanto el éxito que le auguro a esta nueva moda que debiera extenderse también a las 'miembras' del PP, que Esperanza vuelve a la carga con Prada y Lamela y la evocación del aznarismo con la 'rempuja' puesta puede hacerse más llevadera para su auditorio, cada vez más escaso ante el, por ahora, aparente empuje de Cospedal o González Pons en este nuevo centrismo meditado y filosofado por gentes más moderadas que la presidenta madrileña.

Por todo ello hay que reivindicar que 'rempuja' aparezca en el Diccionario de la RAE, que no es justo que Bibi abogue por el 'fistro'. ¡Ah!, y si quiere una 'rempuja', llame al 000 y se la enviarán gratis.

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