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José Miguel Bolívar

Romancero gitano cantado en gitano

El grupo húngaro Datar tradujo los versos del poeta a su propia lengua en su recital de música cíngara que se celebró ayer en el Palacio de los Córdova

02 de julio 2009 - 01:00

ESCUCHAR los celebérrimos versos del Romance de la Luna de Federico García Lorca; "La luna vino a la fragua/ con su polisón de nardos./ El niño la mira, mira. /El niño la está mirando" pero cantados en húngaro o más bien en lovári, que es la lengua de los gitanos húngaros, no tiene precio: "Szel tamad es emelkednek/ karjai a holdas toldnax/ tomor on melei tasztau/ bujan elo tola opnak". Si el poeta levantara la cabeza allí donde esté y supiera que en el Festival Extensión del Festival de Música y Danza de Granada de este año, que encuentra su semilla en aquellos concursos flamencos que organizaba Lorca junto a Falla en los patios de la Alhambra, es muy probable que se sintiera pleno de orgullo al saber que unos gitanos de Hungría han hecho suyo su Romancero gitano, le han puesto su música y se han servido para las letras de sus poemas. También se atrevieron con el castellano: "En la mitad del barranco/ las navajas de Albacete/ bellas de sangre contraria/ relucen como los peces".

Si Lorca dijo que "El gitano es lo más elemental, lo más profundo, lo más aristocrático de mi país, lo más representativo de su modo y el que guarda el ascua, la sangre y el alfabeto de la verdad andaluza universal", quizá se quedo corto al reducirlo sólo a Granada o España, ya que el sentir del pueblo caló no es tan diferente en toda Europa.

El Romancero Gitano convertido en música por gitanos del otro lado de Europa que sienten los poemas como propios y los hacen suyos adaptándolos a su lengua propia. Los pasajes dedicados a la poesía lorquiana hecha música fueron una de las sorpresas que se encontró el público que asistió masivamente anoche al Palacio de los Córdova al recital del grupo Datur. Entenderse el idioma se entendía lo justo pero el latido de Lorca estaba presente en el corazón de los músicos y en el subsconsciente del público, que demostró que el ritmo es más poderoso y se arrancó a bailar sin dudarlo. Gracias a que estaba indicado en el programa, porque si no hubiera sido bastante difícil descifrar que esas palabras que con tanta entrega cantaba la vocalista Renáta Csoke, pertenecían en realidad al Romancero gitano de Lorca.

En cualquier caso, sus rotundas metáforas superan las barreras del idioma y consiguen emocionar de igual forma, además del añadido de la música del folclore húngaro y cíngaro-gitano hace el resto para evocar exóticos ambientes en un entorno tan propicio para la evocación como el Palacio de los Córdova.

Aunque cuando comenzaron a recitar en un forzado castellano, el público supo reconocer el mérito y aplaudió a rabiar. Es muy posible que la figura de Lorca trascienda fronteras y cada uno la sienta como propia a su manera y puede que sea ésa la gran virtud de la poesía, que es diferente en cuanto a sentido para cada uno pero sin dejar de ser la misma.

El músico Péter Kopeczky, compositor y alma máter del grupo músico Datur, que está de gira por España entre el 25 de junio y el 14 de julio y ya había ofrecido dos actuaciones en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, dentro del circuito provincial ha encontrado en Granada el rastro que indicaban los versos de Lorca. El grupo aún tiene pendientes antes de volver a su país dos actuaciones más, en Valencia y otra en Barcelona, pero seguro que en esas citas no se respira el mismo aire de solemnidad y misticismo que inundó anoche el Carmen de la Cuesta del Chapiz.

La agrupación Dutar procede de la ciudad húngara de Pécs y en su música, experimentan con la tradición musical de su país y más concretamente, de los gitanos húngaros. Un pueblo nómada que encontró en Hungría, un intersticio que hacer suyo al tratarse de la zona fronteriza entre Occidente y Oriente, y presenta un auténtico crisol de culturas y etnias, lo que ha enriquecido su música popular con el paso de los años. En sus conciertos, el grupo Dutar pretende elevar un puente entre culturas y edades conectando con el público en varios idiomas o sirviéndose de las canciones populares o poemas de Federico García Lorca, cantados en húngaro, en lovári (lengua de los gitanos húngaros) y en castellano.

No sólo sonó la versión húngara en lovari del Romancero de la luna. Otros poemas del Romancero Gitano, como La monja gitana o Baile, también hallaron su traducción musical sobre las tablas de los Córdova. No se trata de una elección ad-hoc de un poeta que les es ajeno, ya que Federico García Lorca en relativamente conocido en Hungría sin perder de vista que hablamos de poetas y poesía.

Curiosamente, el rapsoda de Fuente Vaqueros es popular en la cultura húngara ya que el reconocido poeta Miklos Radnóti le escribió un sentido poema de homenaje al granadino por su muerte, sin saber que a él le esperaba un fin muy parecido.

El poema en cuestión titulado con el nombre completo de Federico, arrancaba así: Porque Hispania te amaba/ y los amantes decían tus versos, / cuando vinieron, qué más podían hacer, /ras poeta- ellos te mataron./ El pueblo ahora libra el combate sin tí, hey, Federico García".

Esto ocurrió en 1937, cuando Miklós Radnóti le componía esta oda en pequeño formato. Pocos años después el poeta húngaro tendría exactamente el idéntico final. Fusilados por los fascistas en 1941, su cuerpo fue arrojado a una fosa común. Unidos por el mismo trágico destino, Lorca y Radnóti comparten además un gusto determinado para la poesía.

El conocido escritor Ian Gibson, hispanista británico y autor de numerosos estudios sobre la obra lorquinana, participará junto a Katalin Varga, gran conocedora de la producción de Miklós Radnóti, en una biografía conjunta, en la que se distingan las trayectorias literarias de ambos poetas a la luz de sus recientes trabajos e investigaciones.

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