Rosa de los vientos

Pilar Bensusan

bensusan@ugr.es

Tablero al sol

El PNV, encantado en su día con Aznar, teme que Feijóo vuelva al Partido Popular del susodicho

En el verano de 2018 escribía que “es momento de vacaciones, de descansar, de tumbarse al sol, de disfrutar de esta coyuntura inmejorable, pero tengan la precaución de ponerse sombrero, gorra o pamela, porque si les da mucho el sol en la cabeza, corren el riesgo de que se les caliente demasiado, y empiecen a percibir la feliz realidad que vivimos distorsionada, y entren en crispación política hacia quienes son los valedores de la moral verdadera, de los sentimientos puros, del buenismo universal... Sánchez, mereces que Penélope te entregue el Óscar al mejor descendiente de la estirpe divina de Zapatero, al grito de ¡Pe dro! Las próximas elecciones son tuyas…”, y cinco años después, tras el 23J, las elecciones son de Sánchez, porque, aunque sea el candidato perdedor de los comicios, a Feijóo no le salen las cuentas y no puede gobernar, a menos que el ultraderechista PNV sea abducido por los marcianos avalados por EE.UU., y decida alinearse ideológicamente en vez de aprovecharse del gobierno más débil, buscando –además de mucho dinero– un pacto para cambiar el modelo territorial de España.

Ahora el PNV, encantado en su día con Aznar, teme que Feijóo vuelva al PP del susodicho, y es que tantos bandazos son sólo cambios de opinión, todo sea por dinero y por desmembrar a España. Son ya más de extrema izquierda que Bildu.

Junto a ello, seis años después de su fuga, el también ultraderechista Puigdemont, se ha convertido en el amo del tablero veraniego y, evidentemente también quiere que gobierne quien menos escaños tiene y quien más le necesite, para así dilapidar el Estado español en un par de legislaturas.

Mientras, un 58% de los españoles vería con buenos ojos el imposible pacto PP-PSOE, que no se va a dar, porque ni en vacaciones podemos olvidar que los políticos ponen siempre por delante de los nuestros sus propios intereses.

En este diabólico tablero político, hay alguna pieza que se dice nueva aunque haya perdido siete escaños respecto a su anterior denominación. “¡Yolanda!”, diría Penélope, que se atrevió en la noche electoral a decir, con 31 escaños, que había ganado las elecciones. Y es que la jefa de Sumar no se ha cortado un pelo a la hora de afirmar su victoria electoral. Debo de vivir en otro planeta.

En fin, descansen este verano y desconecten todo lo que puedan de este perverso tablero político que nos va a deparar un otoño y un invierno demasiado convulsos. Y, para qué, Pedro gobernará con sus habituales socios de tablero…

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