Volver a votar

Pedro Sánchez ataca a la fresa onubense al sumarse a la campaña en los comercios de Alemania

Lo peor que se puede hacer es tomar a los ciudadanos por tontos, pensar que son un rebaño de ovejas que se pueden dirigir con el ladrido de un perro. Esta es la definición que Nicolás Redondo Terreros ha hecho sobre la manera de gobernarnos que tiene su jefe de filas Pedro Sánchez y la forma de gestionar a su partido, el PSOE. Los últimos en enterrase de que su hijo es un psicópata narcisista son los padres, pero una vez reconocida la enfermedad por los progenitores han de ser éstos los responsables de sentarse ante él para proponerle una retirada y que acepte el tratamiento. Para encontrar una justificación del comportamiento de los dictadores, léase Hitler, Stalin, Pinochet, Hussein, Putin, Mao, Kim Jong-Un, Castro, Maduro, Chávez… siempre se han sostenido los razonamientos en su estado de salud mental. Y todos han sobrevivido al diagnóstico no siendo éste el motivo para dirigir a sus países, a sus poblaciones, de manera autoritaria. Esa es la imagen que está cultivando Sánchez a base de martillo, la última, en la reunión en una sala del Congreso cuando obligó a todo su séquito a ser recibido con un aplauso exagerado. Recordó a las apariciones de Xi Jinping. Los de Sánchez temen que su amado líder les expulse de sus acomodaciones como le hizo Xi a su mano derecha Hu-Jintao víctima de una purga pública. Esos aplausos chinos dan miedo, como pánico ver a los ciudadanos norcoreanos llorando por su líder rompiéndose las falanges de los dedos con rabiosas palmas que cuanto más fuertes sean más te salvarán de la quema. Sánchez está en esas maneras, sin exagerar. Mal perdedor que no ha felicitado a los ganadores, casi tampoco a los propios. Rabioso fracasado que convoca elecciones con tal de tratar de evitar que el PP se regodee en su gloria azul. Huye al extranjero y del encuentro con Zelenski saca un vídeo con pretensiones de demolición contra Feijóo elevando el inglés a algo imprescindible. El problema no es no hablar inglés, que es recomendable, el problema para llegar a ser presidente es ser mala persona. Ataca a la fresa onubense al sumarse a la campaña en los comercios de Alemania y, como el falso tema de Doñana, para perjudicar a Andalucía. Pedro Sánchez ha marcado el discurso ante su séquito que irá repitiendo cual letanía hasta el 23 de julio. Sí, Nicolás Redondo, como bien dices tenemos un problema, pero no solo el PSOE, sino España. El rebaño tiene alma propia y es sabio porque conoce como el pastor que decía Pessoa, el viento y el sol y anda en manos de las estaciones siguiendo y mirando. El rebaño volverá a votar.

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