Abiertos en canal

20 de octubre 2025 - 03:09

Juan del Val y Nuria Roca se profesan un amor constante, más allá de la muerte. “Polvo serán, más polvo enamorado”. Inspirador el combate de generosidad que la pareja ha librado después de que él obtuviese el Premio Planeta. De Juan para Nuria: “Sin ti esto sería imposible, sin ti nada tiene sentido. Eres mi vida. Te quiero”. De Nuria para Juan: “Juan es tan importante para mí como yo para él. Gracias a él soy mejor persona”. Nivel solo superado por el Credo blasfemo de Calixto en La Celestina: “Melibeo soy y a Melibea adoro, y en Melibea creo y a Melibea amo”. Cuando le declaré mi amor, con 17 años, a la mujer de mi vida, bajando de la Alhambra por la Cuesta de la Cremallera, fui más prosaico: le planteé a la chica una declaración en 6 puntos. O sea, que le pasé un cauteloso banco de interrogantes, de carácter prospectivo. Ni me arrodillé –la cuesta era muy empinada y no hubiera conseguido mantener un equilibrio decoroso–, ni, estudiante sin recursos, pude ofrecerle un anillo con diamantes. Y, solos como estábamos, sobraba el teatro. Siempre he sostenido, y hay relatos divergentes, que fue ella la que primero se fijó en mí: un joven cenero, agreste y desaliñado, que venía del pueblo a estudiar Letras en la misma bicicleta de portaequipos robusto en la que llevaba las hortalizas al mercado de San Agustín, y en el que montaba, cuando ellas, por miedo al qué dirán, no aceptaban ir en la barra de la bicicleta, a las niñas que viajaban conmigo al fondo de la noche luminosa de los cuerpos. Ella fue, a las puertas del aula de arte (donde el profesor Pita Andrade nos introdujo en el clasicismo grecorromano y en la belleza de los crucificados de Pompeo Leoni), la que me preguntó si nos conocíamos de Sevilla, del examen de PREU. Le dije secamente que no; pero era tan delicada, tan guapa, tan inteligente, y había leído ya a Juan Ramón Jiménez y a Rabindranath Tagore, que intuí, sin haber visto la película Mejor imposible –que es de donde la Roca ha sacado lo de que Juan la ha hecho mejor persona–, que ella iba a mejorar mi tosco diseño agropecuario. Pero, además, Juan y Nuria publicitan una envidiable relación abierta. Y no solo ellos, en las cadenas también se ‘abren en canal’ la Pedroche y un chef o el cantautor Ramos y Pilar Rubio. A la vez que Ronaldo y Georgina exhiben su insoportable banalidad de horteras resucitados.

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