Con la venia

Fernando Santiago

fdosantiago@prensacadiz.org

Como su abuelo

Hay veces que las bromas en una redacción hechas para el consumo interno de los periodistas salen a la luz

Los informativos de Canal Sur Televisión emitieron la muerte del abuelo del actual rey, don Juan de Borbón, mucho tiempo antes de que sucediera. Al editor de aquel informativo no solo no le pasó nada sino que le encargaron hacer el libro de estilo, sin que se tenga noticia sobre si en ese libro incluyó la recomendación de meter la pata para promocionarse, el tipo de cosas que ocurren en las televisiones públicas sin que tenga consecuencias: al que perpetra un error, se le cambia de mesa, en el sector privado se le despide. Las televisiones públicas juntan a excelentes profesionales con camaradas, compañeros, primos, hermanos, cuñados y amantes del que manda en cada momento, sea Canal Sur o sea Onda Cádiz, por citar dos casos, lo que no impide que se pueda hacer muy buena televisión.

Cuentan que el difunto Alberto Oliart cuando presidía RTVE tenía como principal empeño buscarle trabajo al hijo de una criada que había en su casa. Viene a cuento del tal Bernat Barrachina, empleado de una productora que hace el magacín matinal de TVE, tuvo la ocurrencia de poner un rótulo "Leonor se va de España, como su abuelo", una gracieta que dicha en un programa de humor estaría bien pero puesta en un informativo de una televisión pública suena bochornoso, por no hablar de cómo el humorista llega a TVE tras haber sido asesor del PSC. Al menos se tomó con humor su despido: "He sido despedido, como el abuelo de Leonor".

Hay veces que las bromas en una redacción hechas para el consumo interno de los periodistas, salen a la luz, como aquella de una agencia de noticias de Sevilla bajo una foto de Antonio Sanz, "qué bonitos andares tienes", que supuso la fulminación de la redactora. Otras veces son errores sin más, como la supuesta foto de la operación de Hugo Chávez en la portada de El País, por la que pidió perdón el periódico. O la majadería con la que El Mundo quería apoyar la tesis de Aznar y Pedro Jota de que el 11-M había sido obra de ETA: una cinta de la Orquesta Mondragón encontrada en el coche de los autores. Jamás se pidió perdón. Para no irnos lejos, dos bromas que vieron la luz en esta misma casa: un pie de foto del que fuera alcalde de Arcos con "Me corro" y otra de dos toros en el campo con el pie "Jorge Ramos y Luis Ángel Fernández", se pidió perdón en ambos casos.

Un periódico es, como decía aquella campaña, "el milagro de cada día", un producto que se hace en unas horas en el que puede haber errores que se corrigen a la mayor brevedad. En radio y televisión una vez emitido solo quedan las excusas. A ese gran maestro del periodismo que es Iñaki Gabilondo todavía le acusan por haberse equivocado el 11-M en una programación en directo de 12 horas, que luego rectificó como el gigante que es.

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