Y ahora la UGR

Sí, ahora le ha tocado a la Universidad de Granada, el buque insignia de nuestra ciudad y provincia. Es la nueva institución que se suma al rosario de postergación, abandono y agravios continuos a Granada. Preterición ferroviaria endémica, usurpación de la gestión de la Alhambra, de Cetursa, del anulado Parque de las Ciencias, de la EASP, de salas del TSJA, de la IX Región Militar, el IAPH, la SGAE andaluza oriental, nos dejaron sin Agencia del Medicamento, sin AESIA, con la OCG preterida, un metro relegado y un interminable etcétera de graves perjuicios para nuestra tierra.

Y ahora, la Universidad más importante de Andalucía y una de las tres más importantes de España, por suprema y andaluza decisión, se queda sin dos títulos estratégicos: Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial y Biomedicina, cercenando nuestro futuro y proyección internacional, contraviniendo incluso el declarado deseo autonómico de convertir a Granada en capital de la IA como desagravio a que el Gobierno nos negara la AESIA.

Para más inri, a las universidades privadas Alfonso X y Loyola sí que les autorizan estos nuevos grados, en una clara intención de frenar el potencial de nuestra Universidad y premiar a las privadas.

Este es sólo un paso más en el desmantelamiento absoluto de todo lo que somos y hemos sido a lo largo de nuestra extraordinaria Historia, un golpe mortal a la línea de flotación de Granada por una autonomía que sólo nos pone palos en las ruedas para que ni seamos referente universitario, ni cultural, ni judicial, ni institucional, ni de absolutamente nada. Porque cancelar a Granada es la consigna de una Junta que liquida nuestra tierra mientras eleva a los cielos a Sevilla y Málaga.

Todos los granadinos deberíamos clamar contra este descomunal agravio que colma nuestra resistencia, apostando por el bien común de Granada, luchando juntos ante estas instituciones andaluzas que cercenan sistemáticamente nuestras esperanzas de progreso.

Tras 45 años de descarado favoritismo e hipercentralismo sevillano, está más que demostrada la animadversión de la andaluza Junta con Granada. Machacados por Andalucía, la única esperanza para que Granada llegue al siglo XXI en desarrollo, progreso, empleabilidad y prosperidad es rebelarnos contra tanto agravio y caminar juntos hacia una autonomía distinta. Basta ya Andalucía.