El alfa

13 de julio 2025 - 03:09

En no pocas ocasiones he utilizado historias de griegos y romanos para explicar ciertos acontecimientos de la política contemporánea de nuestro país, que por ahora sigue siendo el Reino de España. Avanzando en los siglos recuerdo haber recurrido a la obra de Nicolás Maquiavelo, El Príncipe, para comentar que en el uso del poder cualquier pretexto o circunstancia sirven para justificarse; en definitiva que el fin justifica los medios. Traducido al presente, ya saben, cualquier cosa que pidan algunos grupos políticos se concederá con tal de mantenerse en el poder.

Estaba yo convencido que acudir a esas historias humanas era una forma racional de comprenderlas. En el ejercicio de la política, como actividad humana, y aunque griegos, romanos o príncipes medievales no dudaban en usar la espada, la daga o el veneno para solventar ciertos problemas de poder, a fin de cuentas somos seres racionales. El uso de la fuerza terminaba justificándose con esmerados raciocinios y hasta los regicidas que cortaron la cabeza de algún rey elaboraron sesudas justificaciones que los politólogos estudian con fruición.

Empero hace unos días comprendí mi equivocación, las cosas que pasan en el partido progresista, que se alía con derecha vasca y catalana, con ex-etarras o con los herederos de los comunistas que aplaudían a Stalin, no se pueden explicar desde lo humano. Tenemos que acudir a lo que de animal hay en nuestros genes. Recuerden que compartimos un 99 coma y algo de genes con gorilas, chimpancés y otros simios peludos. Disculpen que no sea del todo exacto en el dato, esto es una columna de opinión, no un Ciencia Abierta.

Vi publicada una foto en que el capitán que nos lleva a buen puerto, al que sus propios seguidores le llamaron el puto amo, aparecía rodeado de sus más fieles seguidoras, incluida la futura presidenta de Andalucía (sic). Todo él rodeado de féminas que le miraban con embelesamiento, no recuerdo si también estaba “la pájara” ministra, en fin todas le contemplaban arrobadas de político amor. No aparecía ningún individuo del sexo masculino, no cabía ningún varón en aquella foto.

Entonces lo vi claro. Vamos a dejarnos de razonamientos, aquí quien manda es el macho alfa, el alfa rodeado de sus hembras y macho que ose aparecer a disputarle el poder, ya nos lo dice la zoología, que el alfa se lo carga. Para algo sirve estudiar a los animales. Vale.

stats