Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
Llevo mucho tiempo queriendo escribir sobre el atropello continuo de Sánchez y su gobierno al Poder Judicial. La afirmación de que los jueces hacen política es tan falsa como grave, porque los jueces ejercen sus funciones de manera independiente, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado (art. 117 CE).
El empeño de Sánchez y su troupe –perfectamente sincronizada a las órdenes del líder– de dinamitar el Poder Judicial sólo tiene un objetivo: acabar con la independencia judicial, que es el único bastión democrático que nos queda tras el giro autocrático de nuestra otrora modélica democracia. Y esa es la misión última de la Ley Bolaños: designar a los jueces prácticamente a dedo para controlar al único poder que actualmente no controlan, y que, a diferencia del imputado Fiscal general, no cumple órdenes del sanchismo.
La razón fundamental de esa necesidad patológica de Sánchez de controlar el Poder Judicial es porque su mujer, su hermano, sus dos secretarios de organización y su Fiscal general están imputados por presuntamente cometer determinados delitos. Y obvia a conciencia que, para que exista democracia/división de poderes, unos poderes deben contrapesar a los otros, y el Poder Judicial, que es un poder técnico-jurídico y el único que actualmente es independiente, debe ser el contrapeso de un autoritario Ejecutivo y de un Legislativo convertido en una Asamblea a su servicio, únicamente dedicado a convalidar por sistema los Decretos-Leyes que le envía el Gobierno excediéndose claramente de sus funciones normativas.
Pero volviendo a la mentira principal de que hay jueces que hacen política, del falso relato del lawfare, sí hay jueces que hacen política en España, esos son Joaquim Bosch, el magistrado que participa habitualmente en muchas tertulias políticas televisivas opinando de absolutamente todo: crítica pública de sentencias de compañeros, vivienda, Ayuso, Begoña, Koldo/Ábalos/Cerdán, hermanísimo…, y su colega González Vega, magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid, sección Penal, ambos de la Asociación Jueces para la Democracia. Pero, a pesar de sus más que sesgadas opiniones, como creo en la Justicia y su imparcialidad, seguro que sus sentencias también son justas, como las de todos los jueces que imparten justicia en España conforme a la Constitución y las leyes. Basta ya pues de atropellos al Poder Judicial.
También te puede interesar