Los nuevos tiempos

César De Requesens

crequesens@gmail.com

La fuerza del sur

Lo hermoso de ser andaluz es que no excluye; aquí tienen su sitio los que quieran acoger su sol y su espíritu abierto

La pujanza de Andalucía salta a la vista. Empieza a ser una comunidad que deja atrás el subdesarrollo de siempre para pasar a ocupar un espacio entre las regiones que cuentan en el conjunto de la nación. Y lo está haciendo sin estridencias, trabajando y gestionando bien el talento y los recursos propios, colaborando con la nación pero sin por ello decir sí a todo. Con solidaridad pero con la exigencia de que se le deje de mirar desde el norte por encima del hombro.

Cierto es que la Andalucía que conocemos nació del sueño de un visionario que, al estilo de otros iluminados de la onda de Sabino Arana en el País Vasco, armaron toda una teoría que pusiera las bases teóricas de una identidad propia que definiera la diferencia respecto al resto de regiones e identidades de ese mosaico de reinos unidos que siempre fue España. Un invento que algunos cuestionan pero que ha valido para crear conciencia de que el sur puede y que además existe.

Lo andaluz siempre tuvo sus características propias y diferenciales. Un tiempo más pausado en casi todo y más chispa y creatividad al emprender las cosas; la simpatía y el desparpajo.

Pero es una realidad también que existen dos Andalucías. La Oriental y la Occidental. Fue una pena borrar aquella división interna que se ve a simple vista. Y Málaga, claro, que se está abriendo paso ella sola con pujanza para convertirse de facto en la capital económica y cultural del sur, toda vez que Granada pierde fuelle y relevancia sin que sus ciudadanos sean capaces de despertar.

Lo hermoso del ser andaluz es que no excluye. Aquí tienen su sitio todos los que se quieran acoger a su sol y su espíritu abierto. Así lo muestran agradecidos los ingleses, franceses o japoneses que conoces y que te lo dicen. Aquí se vive. Como concepto y como realidad.

La autonomía nos trajo grandes cosas, pero también nuevos centralismos y una hiper administración clientelar a sueldo del socialismo que está costando mucho desmontar.

Defender el sur, quererlo, valorarlo y hacerlo valer en Madrid donde no siempre se le respetó. Ese es el nuevo reto que se plantea. Y va llegando el momento. Sin prisas, como todo lo que se hace bien y para que perdure en el tiempo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios