Rosa de los vientos
Pilar Bensusan
Érase otra Navidad
ESCRIBO este 'Cajón de sastre' cuando aún no se ha disputado la final del campeonato de Europa de baloncesto. No sé si la selección nacional, encabezada por un catalán que juega en los Estados Unidos de América, alcanzó el oro o la plata. Desconozco si los lituanos nos han ganado como en 2003 o si España ha vuelto a ganar y se hace con el tercer campeonato de los últimos cuatro (2009 al 2015). Ustedes sabrán si Pau, barcelonés; o Rudy, mallorquín; o el Chacho, canario; o el cordobés Felipe; o el santanderino Emeterio; o el menorquín de grafía casi imposible Llull; o el montenegrino Mirotic; o el granadino Pablo Aguilar, cualquiera de ellos lanzó un triple en la última jugada y otra vez somos campeones. Ustedes lo saben, tienen esa suerte.
Yo tan solo sé que el público francés habrá animado a los lituanos, ya se imaginarán las fuertes razones que tienen para ello. Pobres lituanos, tan pequeños ellos. Y me imagino los titulares de la prensa francesa con regodeo si sus vecinos del sur, o sea nosotros, hemos perdido. Les agradecerán su venganza vicaria. Ya saben, y yo también lo he leído en toda la prensa, que nosotros hemos saldado cuentas con los franceses, hemos vengado lo que nos hicieron en el mundial. Si tiro de memoria hasta me retrocedo a las afrentas del dos de mayo y las guerras napoleónicas. Ustedes y yo sabemos que en esto del deporte el lenguaje bélico es una metáfora muy común, que parece nos gusta el símil de conflicto, con banderas e himnos al viento. ¿Cómo no emocionarse escuchando a veinte mil personas cantando la Marsella? ¿Cómo no llorar al comprobar que a nuestro himno se le oye en silencio fuera de nuestras fronteras?
Ganado o perdido, es igual, lo que importa hoy, martes, cuando ya casi hemos olvidado el resultado es que esta noche hay otra vez fútbol y que mañana jugará otra vez el tipo ese que es como casi dios o el otro tipo que se cabrea cuando no mete goles. Y que luego vuelve otra vez la copa de Europa, esa competición donde desde julio hay cientos de equipos que se matan (ya saben las metáforas) por competir y llevarse algunos millones, pero que siempre ganan los mismos españoles, italianos, ingleses o alemanes. Dejémonos de tonterías, eso del baloncesto es flor de un día, a nadie interesa aunque nos halla proporcionado muchos más honra deportiva que el fútbol. Y si tiene alguna duda, pregunte usted dónde se puede abonar para ver los partidos del minibasket, digo del baloncesto. Vale.
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