La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Tres grandes reinas por accidente

Los tres reinados decisivos de Inglaterra fueron de tres mujeres que llegaron al trono jóvenes y por accidente

Los tres más importantes reyes de Inglaterra fueron reinas. Un caso único en la historia. La primera, Isabel I, reinó de 1558 a 1603; la segunda, Victoria, de 1837 a 1901; la tercera, Isabel II, de 1952 a su fallecimiento el pasado jueves.

La primera dio nombre a la era isabelina en la que Inglaterra culminó su unificación, su estabilidad política y su identidad nacional, definió su cultura y puso las bases de su futuro poderío. Bajo su reinado florecieron como nunca antes lo habían hecho el teatro, el pensamiento, la poesía y la música con Shakespeare, Marlowe, Johnson, Bacon, Done, Byrd o Dowland.

La segunda dio nombre a la era victoriana en la que el Reino Unido se convirtió en el imperio más extenso y poderoso del mundo, Londres en la capital más grande e importante de occidente, las costumbres inglesas en las más influyentes y su cultura -sobre todo la literatura- en la más popular, con Dickens encabezando una comitiva en la que figuran Thackeray, las Brontë, Stevenson, Eliot, Gaskel, Conan Doyle, Kipling, Hardy, Wells, Conrad o Bernard Shaw. No sorprenda encontrar entre los victorianos a los "modernos" Conrad o Bernard Shaw: Conrad publicó sus cinco primeras novelas y Shaw estrenó sus seis primeras obras bajo el reinado de Victoria.

A la tercera, Isabel II, le tocó mantener el prestigio internacional del Reino Unido mientras el Imperio se desmoronaba -espléndido titular de Enric González: "Cómo perder un imperio sin perder la compostura"- demostrándose bajo su largo reinado que no era necesario ser la primera potencia mundial para seguir teniendo una presencia internacional política y culturalmente influyente. Basten los ejemplos de la moda y de la música que hizo temblar en los años 60 el imperio estadounidense con lo que se llamó la British Invasion.

Otro caso único que une a las tres reinas es que ninguna debía serlo. Llegaron al trono muy jóvenes (Isabel I con 25 años, Victoria con 18 e Isabel II con 26) y por accidente: Isabel I, hija de la decapitada Ana Bolena, tenía por delante a su medio hermana María I y como concurrente a María de Escocia; Victoria reinó tras la muerte de su tío Guillermo IV sin descendencia legítima; e Isabel II reinó a causa de la abdicación de su tío, Eduardo VIII, que llevó a su padre al trono. Las tres jóvenes reinas por accidente han sido decisivas.

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