En su hambre, y en su leche, mandan ellos

Mientras Puleva siga haciendo el papel del señorito Iván, las Maritoñis las voy a mojar en leche COVAP

Fue Salvador de Madariaga, diplomático y escritor, ministro de Instrucción Pública, Bellas Artes y Justicia durante la II República, quien en su maravilloso libro titulado España, escrito en 1931, recogió una maravillosa anécdota en la que relata como en la Andalucía latifundista y cercanos unos comicios, uno de entre tantos caciques congregó a sus braceros y les instó a votar por un determinado candidato, para "engrasar voluntades" repartió monedas entre todos. Uno de aquellos jornaleros, con toda la dignidad del mundo, rechazó la limosna y, arrojando las monedas al aire, sentenció:"En mi hambre mando yo".

Casi un siglo después y salvando las distancias, espero que para mejor, los ganaderos granadinos y andaluces también le han dicho esta semana al cacique 4.0, ahora llamado PULEVA o Lactalis, que en su hambre mandan ellos y han tirado por el desagüe miles de litros de leche producida en sus explotaciones, para denunciar las condiciones abusivas que la empresa les quiere imponer en el nuevo contrato de compra, pendiente de renovación.

Azotados por una sequía atroz y una inflación que ha disparado sus costes hasta más allá de lo soportable, nuestros ganaderos no están dispuestos a hacer el papel de Paco el Bajo de Los Santos Inocentes. Acusan a Puleva de negarse a compar su leche si no firman los nuevos contratos con unas condiciones leoninas que "van a arruinar al sector", porque lo que se barruntan es que a la empresa láctea 'granadina' le importan un bledo los ganaderos andaluces y lo que pretenden es traer toda su leche desde Francia, origen de la multinacional Lactalis.

Mientras cada visita al súper nos pone al borde del infarto por los precios de los alimentos, quienes los producen están en manos de una cadena de diustribución que les impone unas condiciones imposibles, con precios de compra, muchas veces por debajo del coste de producción, que luego multiplican hasta por cien en los lineales de los súper.

De la Puleva de Falito Pérez Pire y Gregorio Jiménez, solo queda el recuerdo, la nostalgia y su factoría del Camino de Purchil, porque las decisiones se toman muy lejos y para nada pensando en el interés de Granada o Andalucía y eso es algo que debería de preocuparnos mucho más de lo que nos preocupa.

Yo no sé ustedes, pero mientras nuestros ganaderos sigan obligados a tirar la leche por el sumidero y Puleva siga haciendo el papel del señorito Iván, las Maritoñis las voy a mojar en leche COVAP.

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