Una idea cojonuda para la alcaldesa

19 de noviembre 2025 - 03:06

Ahora que está de moda pensar en cosas para que Granada sea declarada capital cultural europea en 2031, ahí va una idea para la alcaldesa Marifrán. Se trata de convertir el embovedado del Darro en una galería de arte o un espacio cultural visitable por todos aquellos lugareños o turistas que quieran ver algo diferente. ¿Se ríen ustedes de esta iniciativa? ¿Creen que estoy loco? Pues yo creo que es una idea cojonuda. Hay una estación fantasma en Chamberí que formó parte de la primera línea de metro de Madrid y que han convertido en un espacio visitable, con carteles y cuadros en sus paredes. Y en Nápoles igual, un antiguo túnel lo han transformado en un lugar en el que se pueden dar conferencias y presentar libros. Yo lo que digo es que, ya que los granadinos cometimos la barbaridad de enterrar a nuestro río por excelencia, démosle ahora una utilidad, y si es cultural, mucho mejor. Por ejemplo, en sus paredes podría haber colgados cuadros de pintores que quisieran exponer su obra. También se podrían dar conciertos, porque la buena acústica está asegurada. Y uno de sus recovecos se puede convertir en una sala para presentar libros. El otro día estuve yo tentado de presentar allí mi última novela, en la que el embovedado es el protagonista. Por supuesto que en sus paredes habría paneles explicando la historia de su construcción, desde 1880 en que se terminó la primera fase hasta 1938, en plena guerra, que finalizó el último tramo. Por supuesto habría información exhaustiva del día en que reventó en Puerta Real y que estuvo a punto de provocar una catástrofe. Fue en 1951 y todavía hay muchos granadinos que se acuerdan de aquel episodio. Bajo sus bóvedas hay remanentes de varios puentes de origen islámico y restos de las grandes vasijas que utilizaban los curtidores y artesanos del cuero para los tintes. Allí debajo también hay parte de la historia de Granada. Todo se explicaría a los visitantes, a los cuales se les facilitaría un mono impermeabilizado, unas botas de agua y unas bufandas térmicas. Si es en verano no hace falta, incluso se podría ir en bañador y refrescarse en alguna de sus cascadas. Hacer visible el río en su parte final del trayecto, sería una gran idea. Solo así lo dignificaríamos y los granadinos podríamos redimirnos por haberlo condenado a las tinieblas. Junto con el asesinato de García Lorca, enterrar el río Darro ha sido nuestro mayor pecado. Aguas ocultas que lloran, que dijo el mayor de los Machado.

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