La ciudad y los días
Carlos Colón
Lo único importante es usted
Acabo de leer una entrevista con la gran periodista Rosa María Calaf, en la que comentaba que un gran riesgo de la sociedad actual es que “nos creemos informados cuando en realidad nos tienen entretenidos, al tiempo que vivimos una cultura en la que prima lo que impacta sobre lo que importa”.
Coincido con su opinión y además pienso que esta situación posibilita la manipulación de la sociedad, como ha podido pasar en la dictadura con el futbol, los toros y el folclore. Si analizamos la actualidad, esta cultura del entretenimiento y manipulación ocurre a la vez que asistimos a una transformación profunda de nuestro modelo productivo y de los equilibrios geopolíticos, algo que genera desafíos de vértigo que se ignoran.
Aunque pueda parecer que la sociedad actual está mejor formada e informada que en épocas anteriores, gracias a internet o a la digitalización, en realidad prevalece la cultura del entretenimiento, el culto al ocio y a la superficialidad de los debates públicos.
Prevalece la continua exaltación de la fiesta: despedida de personas solteras, viajes organizados en los diferentes puentes a lo largo del año, halloween, black friday, cumpleaños grupales en niños y niñas, cenas de navidad y regalos desde semanas antes del 25 de diciembre y un largo etcétera.
Se fomenta la ilusión de llegar a disponer de fortunas inmensas con nuevas actividades empresariales cuando (salvo excepciones), se mantiene invariable la perpetuación de la riqueza en manos de las mismas familias y la mayoría de la sociedad tiene dificultades para asumir el coste de asumir las necesidades básicas.
En este contexto agradezco la labor de aquellos profesionales del periodismo que trabajan desde el rigor, la veracidad, la pedagogía y la independencia y echo en falta que no afloren más iniciativas en las que sea posible disponer de información veraz y argumentativa para afrontar seriamente los desafíos relevantes: la igualdad, el respeto a los derechos humanos, el trabajo digno, la cultura y el bienestar.
Estos no deberían ser conceptos vacíos, usados como escaparate de cartón piedra que difumine nuestra realidad.
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