Jóvenes y Franco

Casi 50 después de la muerte del dictador Francisco Franco, una encuesta del CIS nos muestra que cerca de un 20% de personas jóvenes de entre 18 y 24 años valora positivamente la dictadura franquista y más del 17% cree que la democracia actual es peor que aquella dictadura.

Son datos muy preocupantes porque expresan un gran fracaso en términos de educación en valores: una dictadura que surge de una rebelión militar contra el Gobierno legítimo de la República en 1936 y que durante toda su existencia acabó con la vida y la libertad de miles de personas por el solo hecho de pensar y ser diferentes, no puede jamás ser un régimen mejor que una democracia.

La libertad en el sentido pleno en el que se desarrolla cualquier sistema democrático es un bien superior; el respeto a las ideas, a las opiniones, a la posición política o a la orientación sexual de cualquier persona, es algo que solo es posible en un régimen democrático. El Estado de derecho protege a toda la sociedad de la discrecionalidad: es el valor de la democracia. Todo eso fue perseguido y aniquilado en el régimen de Franco y es lamentable y doloroso que un porcentaje tan alto de personas jóvenes piensen que su dictadura es mejor que esta democracia.

Cabe preguntarse si es aceptable no reaccionar ante esta situación y plantearse como asegurar y fortalecer los contenidos ligados a los valores de la democracia en el espacio educativo que supone la formación en las escuelas, institutos y universidades. Los programas educativos tienen que asegurar el aprendizaje de estos valores y la formación sobre lo que realmente supuso el régimen franquista.

Esta es una cuestión trascendental que interpela a todas las fuerzas políticas y sociales que creen en la democracia, incluyendo a los medios de comunicación; estamos ante otro de los asuntos que requeriría un pacto de Estado porque, si no se reacciona, la llegada al poder de las fuerzas antidemocráticas sería una realidad tarde o temprano.