Navidad de resistencia

09 de diciembre 2025 - 03:06

En dos semanas es Navidad, una Navidad marcada por corrupciones, escándalos sexuales y encarcelaciones, en un horizonte judicial cada vez más complicado para Sánchez, en el que el cuarto del Peugeot asegura no conocer a sus manos derechas Ábalos y Cerdán, ni a Koldo, ni tampoco a su otra mano derecha Francisco Salazar, al que ha querido buscarle una salida rápida de España, intentando que le contratasen en varias embajadas tras las acusaciones de acoso sexual. Y es que este intimísimo amigo de Sánchez, primero refugiado en Moncloa, y al que después quiso convertirlo en su tercer secretario de organización en la sombra, lo sabe todo de Sánchez y por eso están intentando taparlo a toda costa, pese a la repugnancia de su presunto proceder, según sus presuntas víctimas. ¿Dónde está ahora la nueva Fiscal General, especialista en lucha contra la violencia machista? ¿Por qué no abre causa contra este sujeto?

A la amnesia de Sánchez respecto a estos cuatro individuos, los cuatro pilares de sus amañadas primarias, habrá que sumarle pronto las de su mujer y su hermano, que, si son condenados, seguro que tampoco conocía, extraño en un controlador obsesivo, que curiosamente no conoce a sus más íntimos.

La Navidad pasada auguraba que Aldama seguiría tirando de la manta y que Ábalos y Koldo lo harían también, como lo hará Cerdán. Será cuando se vean solos ante los tribunales y con un panorama carcelario de más de 20 años. Ellos también lo saben todo de Sánchez y ya avisan con pequeños misiles que serán atómicos muy pronto: el millón para Begoña y la filtración de Sánchez a Ábalos. Por cierto: ¿a qué fueron Sánchez-Begoña en coche a Andorra este verano?

Da igual, el caso es resistir con amnesia profunda, hay que aguantar hasta 2027, pese a su insostenible situación.

Esta será otra Navidad de resistencia para Sánchez. Por otros motivos los ciudadanos también tendremos que resistir: aguantándolo a él, sus mentiras y los presuntos delitos de sus amigos/PSOE, resistiendo el nuevo subidón de impuestos a la clase media que nos regalará para 2026, y soportando tanto deterioro institucional y político.

No auguro felicidad para España en 2026, sólo muros, confrontación y más delitos por descubrir.

Y mientras nosotros comemos turrones, si nos llega el sueldo, Sánchez intentará resistir, aunque ya no cuelen los comodines de Ayuso ni de Franco.

En fin, feliz Navidad…

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