Nueva farsa ante el cupo catalán

15 de julio 2025 - 03:08

Se ha cumplido lo que anunciaban los independentistas catalanes y desmentía el Gobierno de Pedro Sánchez: ayer se dio un paso más en la separación de Cataluña del resto de España. La comisión bilateral que redactó el texto fue creada a instancias de ERC, no hay que olvidarlo. Partido clave para que Sánchez continúe en Moncloa y para que Salvador Illa fuera investido presidente de la Generalitat. De hecho, en el pacto de gobierno que firmaron ERC y PSC, previo a esa investidura de Illa, se recogía el compromiso de los socialistas de aprobar una financiación “singular” para Cataluña. Un cupo. Los independentistas siempre han querido igualarse con la fiscalidad del País Vasco y Navarra, que procede de sus fueros. Derechos históricos que reconoce la Constitución. Nada que ver con lo que ahora han “arrancado” a Pedro Sánchez, producto de una extorsión, un chantaje con todas las letras: o me lo das, o pierdes el Gobierno.

El texto parece redactado por un experto en intermediación familiar, dispuestos siempre a hilar fino para contentar a ambas partes. La comisión ha tenido buen cuidado en no concretar excesivamente los términos del acuerdo, aunque no es difícil adivinarlos porque recoge explícitamente que la recaudación y gestión del irpf por la agencia tributaria catalana será total y se aplicará ya en la del 2025. Hipócritamente se incluye algo parecido a que los catalanes están abiertos a que el resto de las comunidades tengan también su propia Hacienda aunque con algunas limitaciones, no serían tan amplias la de ellos. También recogen que Cataluña será solidaria con las otras regiones. Digan lo que digan desde Moncloa, el acuerdo supone la ruptura de la Hacienda española, de la caja única, de la igualdad de derechos de todos los españoles y de regirse por las mismas leyes.

Los sanchistas, una vez más, demuestran que sus tragaderas son inconmensurables. Qué sumisión al líder, qué poco respeto tienen a sí mismos, con qué facilidad renuncian a lo que defendían y desdeñan los argumentos que utilizaban para explicar por qué lo defendían…. Nunca ha habido en España un presidente tan falto de principios, con un equipo en el que nadie, ni una sola persona, dimite al ver cómo caen, uno a uno, esos principios.

Sánchez se presentará como el promotor de la unidad de España al haber pacificado la sociedad catalana, y su corte aplaudirá el sentido de Estado del presidente, su visión de la jugada. Pero no engañan más que a los que quieren ser engañados. Este 14 de julio el Gobierno ha cometido una nueva tropelía.

Que por lo menos tengan los gobernantes la valentía de no tomar el pelo a los españoles: no pacifican nada. Cataluña no se serena a base de trampas, sino con políticas serias, constitucionales y pactadas entre personas de palabra. Este acuerdo es la aceptación de un chantaje innoble. Es el precio que Pedro Sánchez paga por mantenerse en La Moncloa. Como dice Page, que no nos tome por tontos.

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