Desde la oposición

31 de julio 2020 - 02:32

En democracia, por extraño que parezca, es tan importante el papel de quien gobierna como de quien ejerce la oposición. Esto, como norma general. Cuando las personas encargadas de gobernar no saben o no tienen capacidad suficiente de liderazgo ni de iniciativa, el papel de la oposición se vuelve imprescindible.

Pongamos un ejemplo, la ciudad de Granada en el último año. El equipo de gobierno surgido del 'pacto de los trapos sucios' se ha mostrado en todo momento más preocupado por intereses ajenos al ayuntamiento que por la gestión de los servicios municipales. Qué se podía esperar de un PP al que empiezan a caerle condenas por sus 13 años de corrupción mientras jugaba al Monopoly con Granada. Qué se puede esperar de un partido como Ciudadanos, siempre la muleta de ese PP y con un alcalde más preocupado por mejorar sus relaciones con dirigentes del PP en Sevilla o Madrid para que lo coloquen en mejor lugar que esta alcaldía que le viene grande.

Ahí es donde el PSOE, desde la oposición, está demostrando que en política es más importante la lealtad institucional y el compromiso con la ciudad que cualquier otra premisa.

Durante todo este año, ha sido el Grupo Municipal Socialista el que ha mantenido un diálogo constante con los sectores ciudadanos que demandaban intervenciones municipales que no encontraban respuesta en el despacho de la alcaldía. Y en los últimos meses, con la gravedad que la crisis sanitaria y económica ha traído a nuestras vidas, ha sido ese grupo el único que ha hecho propuestas dirigidas a paliar necesidades o plantear soluciones.

Desde la oposición, cuando el PP, responsable de la fundación Granada Educa, propone una subida de tarifas en las matriculaciones de las escuelas infantiles municipales (que llega, en algunos tramos, al 200%) es el PSOE quien pelea por doblarle el pulso al equipo de gobierno y conseguir que las tarifas de las familias con más dificultades se reduzcan a cero.

Desde la oposición, el pacto en apoyo de la aprobación de los presupuestos para 2020 es un ejercicio de clara responsabilidad institucional. El PSOE ha comprometido su apoyo a unos presupuestos que fortalezcan las prestaciones de servicios sociales y las ayudas a comerciantes y hostelería. No se trata de un cheque en blanco: se firmó un compromiso con medidas muy concretas a ejecutar, consensuadas con asociaciones de comerciantes y colectivos que trabajan en el ámbito de los derechos sociales.

Desde la oposición, cuando se tiene un proyecto claro de ciudad, se puede construir una Granada mejor para quienes la habitan.

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