Pensaba que estaba en el Ospedale della Pietà, en Venecia, y es Granada, con un buen ejemplo de hacer Cultura. El 26 de octubre de 2017 se firmó un convenio entre Cervezas Alhambra, el Patronato de la Alhambra y Generalife y el Ayuntamiento de Granada, para realizar una serie de conciertos en las dos colinas, con las Zambras de los moriscos y las Zambras gitanas del Sacromonte como elemento conductor, y algo muy importante: la restauración del órgano del convento de Santa Isabel la Real de Granada patrocinado por Cervezas Alhambra. Es justo destacar la sensibilidad de su equipo directivo y especialmente de Susana Vargas y Alfredo Dávila. La restauración la ha realizado el Taller de organería de Federico Acitores.

El monasterio fue una fundación de Isabel la Católica, en un principio en torno a el Palacio de Dar al-Horra donde había vivido la madre de Boabdil, Aixa como la llamaban los cristianos o Fátima como la nombraban los musulmanes, esposa de Muley Hacén, desplazada por Isabel de Solís, Zoraya, como favorita y nueva esposa del sultán. Monasterio que fue declarado Monumento Histórico en 1992, con un cubierta mudéjar en la nave de la iglesia y gótico en la Capilla Mayor de Pedro de la Calle. Una escalinata monumental precede al presbiterio, similar a la de la Capilla Real de Granada, convento que es una de las grandes joyas de nuestro Albayzín.

El 26 de octubre de 2019 se inaugura la restauración del órgano, con un concierto en el que participan los organistas de Granada de forma gratuita, desde Ana Lucía Buzón, de 28 años hasta el decano de los organistas Miguel Linares Moreno de 89 años. También intervienen Inmaculada Ferro Ríos, Juan María Pedrero Encabo, Mónica Melcova, Antonio Linares López, Concepción Fernández Vivas, Reynaldo Fernández Manzano, y el Coro del Monasterio de Santa Isabel la Real, con Sor Sophie de la Divina Providencia al órgano y con la flauta travesera, y también al órgano Sor Ana de María Inmaculada con una composición, estreno absoluto, inspirada en melodías árabes y hebreas: Shemá Israel.

El órgano, de estilo barroco ibérico, fue construido por Antonio José Quesada en 1779, reformado en 1806 y 1885 y a mediados del siglo XX por Pedro Ghys. Tiene un teclado de registros partidos. Destaca su lengüetería de batalla, característica de los órganos ibéricos, que sale horizontal de la fachada del órgano y semeja los cañones de un barco.

La fachada del órgano se estructura en cinco calles, formadas por tres torres de cinco caños en mitra cada una, y entre las torres dos castillos planos de siete caños. Sobre los castillos se levantan otros semejantes formados por caños mudos decorativos de madera revestidos de chapa de estaño. Se remata con una fimbria y una cornisa rodeada de tallas de hojas de acanto y escudo central de la orden.

Una importante recuperación para nuestro Patrimonio Histórico.

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