En primer lugar evocar la música en el Reino Nazarí de Granada. Aquellas grandes fiestas en la Alhambra que la dinastía nazarí celebraba, como la del Mawlid o nacimiento del Profeta, que nos relata Ibn al-Jatib.

Después de 1492 la nueva música cristiana se hace presente con la entonación solemne del Te Deum laudamus en la Torre de la Vela. El 13 de febrero de 1492 los Reyes Católicos nombran al antecesor del Director del Festival: Carta de merçed del oficio de Alcaide de las juglaras y juglares de Granada a favor de Ayaya Fisteli, conforme saron tal cargo los alcaides nombrados por los reyes moros, Archivo General de Simancas, Registro General del Sello, 13 de febrero de 1492. Curioso el lenguaje que resalta el femenino de juglares: juglaras, lo que demuestra su presencia e importancia. El documento también resalta la continuidad del cargo con la etapa anterior del Reino nazarí.

Carlos V se casa con Isabel de Portugal el 10 de marzo de 1526 en los Reales Alcázares de Sevilla y se viene a la Alhambra a pasar su luna de miel. Johannes Lange en junio-julio de 1526 nos cuenta uno de los primeros conciertos del abuelo de nuestro Festival: Las moriscas y moriscos le organizan una Zambra.En el barroco la ciudad se llena de actos en las fiestas del Corpus con Autos Sacramentales, carros triunfales, música y danza, ¡estamos ante los antepasados del FEX!

Especial relevancia tendrá la estancia de Glinka en Granada (1845-1846) y las clases que el guitarrista Murciano le daba, ¿antecedente de los Cursos del Festival? Después vendrá el “alhambrismo musical”, español y europeo. Los conciertos en las fiestas del Corpus, desde 1887 con Tomás Bretón a la cabeza, en el Palacio de Carlos V, y las veladas –en el mismo lugar–organizadas por Ángel Barrios. La llegada de los Ballet Rusos y su famosísima foto en la fuente de los leones, el Concurso de Cante Jondo de 1922, etc.