Fray Francisco de Santa María en su historia de la Reforma de los Descalzos en 1644, explicaba por qué se denominaba el carmen de la Alhambra de los Santos Mártires, "porque en él dieron de Chrisfto Testimonio innumerables Cristianos en tiempo de los Moros" e incidía en que "todo este cerro era Santo, y que a él se debía subir de rodillas". Pero el 11 de abril de este año, representantes de diferentes instituciones, Ayuntamiento, Universidad, sindicatos, Subdelegación del Gobierno, Junta de Andalucía, Cámara de Comercio y Diputación, llegaron cómodamente en vehículos, oficiales u oficiosos, del mismo modo que llegan al lugar los novios o los turistas, piezas clave en nuestra sagrada 'Industria de la cultura', como, espeluznantemente, se denomina al negocio con el que estamos matando la gallina de los huevos de oro, eso sí, no de un golpe seco y rápido, sino con su poquito de regodeo en el sufrimiento. Y se crea el llamado 'Pacto de los Mártires' en un lugar que no quiso ni su propietaria, Cristina de Arteaga, a pesar de ser Priora General de la Federación Jerónima, que lo cambió a la ciudad por unas caballerizas donde se ubicaba el monasterio de los Jerónimos que ella rehabilitó. Y, como no podía ser de otro modo, la primera en la frente: la Agencia de Inteligencia Artificial denegada. Pongo la mano en el fuego, y no me gusta ni el fuego ni arriesgar ningún miembro de mi cuerpo, por la Universidad y por su rectora. Estoy convencida de que llevábamos la mejor candidatura y de que la decisión final ha sido una injusticia, porque no es lo justo lo que ha primado, sino lo político. A la Universidad, en estas cuitas, de haber podido, le hubiera ido mejor caminar sin lastres ajenos. El alcalde asegura que impugnará, a sabiendas de que nada volverá atrás, pero la decisión tampoco le valdrá para sumar votos indecisos de cara al próximo mayo, y esta vez las elecciones son para él una novedad, no hay alcalde que dimita para darle paso, así que ya puede escoger con tiento la música del próximo baile. El resto de los puntos que se firmaron en ese pacto son una declaración de buenos principios: Granada Verde, Modernización del sector productivo, eliminación del déficit histórico de infraestructuras, luchar contra la pobreza, empleo, internacionalización, recuperación económica... Echando un vistazo a la Granada inundada de estos días, a la boina que cubre cada mañana de sol nuestro cielo, a la desforestación de la provincia, al cierre masivo de empresas y pequeños negocios, a la droga, a las colas del hambre, a los vagabundos que copan las aceras..., si pretenden cumplir los objetivos deberían ascender de nuevo las laderas del monte que alberga el Carmen de los Mártiles, pero esta vez de rodillas.

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