¿Qué teme la alcaldesa?

16 de mayo 2025 - 03:08

Si cuando estas líneas vean la luz en la mañana de este 16 de mayo, el jefe de estudios de la academia de la policía municipal de Granada lo sigue siendo, más que una hipoteca, a la que aludíamos en este mismo espacio hace dos semanas, lo que la alcaldesa debe tener con este subinspector , sería algo así como una deuda inconfesable que le impide tomar la decisión que cualquier persona, con dos dedos de frente, hubiera adoptado desde el mismo momento en que se planteó tan incomprensible nombramiento.

Como era de esperar, el ‘Caso Academia’ le ha estallado a Carazo mucho antes de lo que ella y su ¿‘equipo’? pudieran imaginar. No han pasado quince días desde que nuestra primera autoridad firmara el nombramiento y el flamante jefe de estudios de la academia policial granadina, ha vuelto a ser detenido por vulnerar, una vez más, la orden de alejamiento que tenía dictada de su ex pareja, después, presuntamente, de haber desconectado el dispositivo telemático de localización que el máximo responsable de la formación de los policías nazaríes lleva en su cuerpo serrano por orden judicial.

Como reza el dicho popular, nombrar a un presunto maltratador, que además habría podido manipular el sacrosanto sistema Viogen que protegía a su excompañera, como responsable de la formación de los agentes policiales de nuestra ciudad, no se le ocurre ni al que asó la manteca. Dice la alcaldesa que administrativamente no tenía más remedio que proceder a ese nonbramiento, me van a permitir que le diga a la señora Carazo que no dice la verdad, porque en su mano y entre sus prerrogativas como alcaldesa está el haber podido apartar al subinpector de sus funciones y el haberle suspendido cautelarmente, hasta que el procedimiento judicial abierto en su contra haya finalizado.

Como estoy convencido de que la alcaldesa es una persona inteligente, no puedo por menos que concluir que Marifrán ha nombrado a un presunto maltratador como máximo responsable de la academia de la policía local de Granada, porque le ha dado la real gana, porque algo le debe a él o a su grupo, o porque algo teme de ellos. Si malo es el primer supuesto, terribles son el segundo o el tercero.

La crisis reputacional que noticias como estas le causan a una ciudad son enormes. Granada no se merece estar abriendo informativos y portadas por un caso tan grosero como este que abre un serio interrogante sobre si hay vida inteligente en el despacho de la Mariana, o si nuestra alcaldesa ha sido abducida por un alien para tomar y dejar de tomar semejantes decisiones.

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