Más vale prevenir

No hay que olvidar que los recursos de la sanidad pública no son ilimiados

La carencia de médicos, que viviremos en los próximos años y la más que previsible escasez de medios en la Sanidad Pública, junto al aumento de la esperanza de vida, hacen que la educación sanitaria y la prevención, sean en el futuro puntos clave para el sostenimiento de nuestro Sistema Sanitario Público. Y es que, no lo olvidemos, los recursos de la sanidad no son ilimitados. Tanto la educación sanitaria, para un uso racional de los servicios sanitarios y los medicamentos, como las medidas preventivas en salud, deberían ser promocionadas desde las administraciones sanitarias. Aunque esto, como todos sabemos, no siempre es así. Por este motivo, creo que los médicos tenemos cierta responsabilidad en la promoción de estos importantes aspectos. Desde nuestro ámbito, tanto en la Atención Especializada, como sobre todo, en la Atención Primaria de Salud, es necesario promocionar hábitos saludables, como el ejercicio físico diario, la dieta sana, la abstención del consumo de tabaco y alcohol etc.. Muchos de estos hábitos tóxicos, así como el sedentarismo, están implicados en gran parte de la patología cardiovascular, que como sabemos es la primera causa de muerte en nuestro mundo occidental. La prevención, pasa también por los chequeos de salud, a partir de cierta edad y por llevar a cabo el cribado en determinadas patologías de gran trascendencia clínica y de alta prevalencia como el del cáncer de mama y el de colon, que parecen estar ya relativamente instaurados en nuestra sanidad pública, pero también de otros, como el cáncer de próstata, a través de la determinación del antígeno prostático específico (PSA) en los mayores de 50 años, y otros que han de instaurarse en los próximos años, como la detección precoz del cáncer pulmonar, sobre todo en la población fumadora. Un trabajo extra, si cabe, especialmente para nuestra Atención Primaria, pero de una trascendencia enorme en costes económicos, y lo que es más importante, en años ganados de vida para la población que se somete a estos cribados. Y también hay que hacer pedagogía con los ciudadanos para que sean más conscientes del esfuerzo que se realiza para mantener el sistema de salud, puesto que la Sanidad Pública no es gratuita, y se paga con los impuestos de todos los ciudadanos; algo que debemos tener en cuenta cada vez que visitamos a nuestro médico de cabecera o especialista, adquirimos un fármaco de financiación pública, o hacemos uso de los servicios de urgencias.

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