LA venta de automóviles es uno de los más típicos indicadores de la estabilización económica. En el mes de octubre, gracias en buena medida a las ayudas gubernamentales del Plan 2000E, los concesionarios granadinos incrementaron las ventas nada menos que un 54% entre turismos y todoterrenos. Son ya cinco los meses consecutivos en que se ha registrado un aumento progresivo. El dato hay que analizarlo en sus dos vertientes: como el despertar de la industria automovilística después de la fortísima caída que supuso la recesión, y como un síntoma de recuperación de la economía en general, esos brotes verdes que ya acompañan la mayoría de las previsiones a corto plazo. La revitalización del sector, que emplea a miles de trabajadores en España, supone también un paso hacia la estabilidad del empleo. El Gobierno ha acertado cuando, a pesar de las críticas de quienes la reprochan adoptar sólo medidas coyunturales, ha decidido prorrogar el Plan 2000E .
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