¡Que vergüenza!

08 de agosto 2025 - 03:11

Pocas veces me he sentido tan avergonzado de ser granadino, como viendo en todas las televisiones de este país, las imágenes de algunos bañistas autóctonos, intentando placar y detener a chavales recién desembarcados de una patera en la playa de Castell de Ferro.

Un grupo de inmigrantes magrebíes, la mayoría adolescentes, arribaba a mediodía del pasado domingo a la Playa del Sotillo, en Castell de Ferro, ante la mirada de decenas de bañistas que se encontraban en ese momento disfrutando de un día de relax. Minutos despues se desataba uno de los espectáculos más vergonzosos que recuerdo.

La razón de mi bochorno y confío que la de la mayoría de las granadinas y granadinos, no viene de la sofocante ola de calor que estamos sufriendo, sino de la sonrojante actuación de un puñado de miserables, porque solo les cuadra ese calificativo, quienes nada más percatarse del desembarco y a lo que ve poseidos por el espíritu de Torre Pacheco, iniciaron una auténtica ‘caza’ de los chavales, demostrando no solo su miseria moral, sino también la falta de cualquier cualidad de las que hacen al ser humano diferente de los animales.

Desembarcos parecidos a los de Castell, se vienen produciendo en playas andaluzas con relativa frecuencia y jamás hemos asistido a un espectáculo tan repugnante, como el que nos han deparado estos racistas justicieros de medio pelo. Por lo general los bañistas que han asistido a un desembarco de este tipo, siempre han auxiliado a quienes acaban de pisar una tierra extraña, más aún si son adolescentes que llegan después de una travesía peligrosa, con miedo a lo desconocido, e incertidumbre ante el futuro. En Castell no fue así para nuestra vergüenza y oprobio.

Mucho me temo que lo ocurrido el pasado domingo en Castell con la ‘gestapillo de la playa’, es consecuencia directa del envenenamiento que los discursos de la extrema derecha de Vox y últimamente de la derecha ‘civilizada’ de Feijóo, están provocando en buena parte de la sociedad española, esa que nunca ha sido racista, o al menos eso decíamos no hace tanto, pero que está demostrando que cualquier excusa es buena para atizarle al moro, aunque un análisis de ADN nos demuestre que nos parecemos más a ellos que a cualquier blanco caucásico de los que tanto nos gustan.

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