Las víctimas del 8-M

Aquellas mujeres fueron utilizadas hace dos años como mera carne de cañón al servicio de intereses gubernamentales

En la editorial jurídica Tirant acaba de aparecer Coronavirus. Los errores culposos del Gobierno. Su autor, Fernando Bernaldo de Quirós, ingeniero y matemático, en dos capítulos de carácter fundamentalmente estadístico, demuestra cómo la cadena de errores que caracterizó la actuación de las autoridades españolas, fue determinante en la extensión del virus y, lo que es peor, en su extraordinaria incidencia sobre la población, con un número de afectados y fallecidos desproporcionado respecto al de otros países próximos, sobre todo en los primeros meses de la pandemia. Hay que saber que Bernaldo de Quirós no es un cualquiera en este género de trabajos, pues ha asesorado, sobre la base de estudios cuantitativos, al Banco Mundial, a la Comisión de la UE y a diversos gobiernos.

Por las fechas en que estamos, interesan sobre todo sus conclusiones sobre los efectos generados por las manifestaciones del 8-M de 2020, a las que dedica el segundo y quizá más incisivo de los dos capítulos. Y es que los resultados son verdaderamente espeluznantes, sobre todo si se tiene en cuenta que el Gobierno siempre defendió, por boca de sus portavoces y, especialmente, de Fernando Simón, que no hubo tales efectos o fueron marginales, a pesar de que sólo en la cabecera de la de Madrid resultaron contagiadas una vicepresidenta, dos ministras y la esposa del presidente.

El autor ha constatado que, como en todos los países, la infección por coronavirus era en España predominantemente masculina antes del 8-M, en un porcentaje cercano al 59% frente al 41% de mujeres. Sin embargo, en las semanas siguientes esto se corrigió hasta alcanzar un 55% de mujeres hacia finales del mes de abril. Bernaldo de Quirós, utilizando las estadísticas oficiales, estima en más de 60.000 las mujeres infectadas como consecuencia de las manifestaciones, y en unas 5.500 las directamente fallecidas hacia el 10 de mayo, dos meses después del 8-M, lo que vendría a ser el equivalente de unos cien años de víctimas de la violencia de género.

Como alguien comentó en el medio en que estos datos fueron publicados, si esto no es cierto, no debiera haberse permitido su difusión, pero si lo es, una noticia de este calibre tendría que haber sido portada en todos los telediarios. Ayer se celebraron nuevas manifestaciones con motivo del 8-M. Afortunadamente, ya sin peligro. Aquellas mujeres fueron utilizadas hace dos años como mera carne de cañón al servicio de intereses gubernamentales. Nadie se atrevió a recordarlas ayer.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios