
La ciudad y los días
Carlos Colón
Tontos del bote y de Harvard
Que la escasez de vivienda asequible en Granada, Andalucía y España, es el principal problema al que nos estamos enfrentando es una evidencia absoluta; que todas las administraciones, empezando por el Gobierno y terminando por los ayuntamientos van muy tarde, es igualmente obvio; que las medidas que vamos conociendo para revertir esta situación parecen absolutamente insuficientes, es una certidumbre; que la relación del PP con la vivienda y el suelo es casi siempre sospechosa, es el Evangelio según Aznar y como consecuencia de todo lo anterior, el panorama que se dibuja en este terreno se sitúa en un horizonte verdaderamente tenebroso.
Un escenario como este es peligrosamente propicio a ‘soluciones imaginativas’ que pretendiendo ser una solución para todos, acaban siendo un beneficio para unos pocos, siempre los mismos y siempre sospechosamente próximos a quienes desde el poder implementan esas ‘soluciones’.
Y hablando de ‘soluciones imaginativas’, el presidente de la Junta de Andalucía ha aportado la suya, que se traduce en un decreto para facilitar la construcción de viviendas de protección oficial, algo que dicho así todos suscribiríamos, pero que tiene más trampas que una película de chinos, porque lo que el decreto contempla, es permitir utilizar el suelo dotacional, que es aquel reservado para usos y servicios públicos para la construcción de esas viviendas.
Los palmeros del Bonilla han salido en tromba a alabar la clarividencia del prócer y así ya nos han loado lo bueno que será ese decreto para Granada, porque podría incrementar en cerca de mil las viviendas proyectadas de protección oficial, no nos han dicho que, por ejemplo en la parcela junto a las cocheras del metro, prevista para uso deportivo, ya no habrá deportes y sí 700 viviendas; que en la parcela de la ciudad deportiva de Granada 92 ya no habrá una residencia de estudiantes y sí 370 viviendas; o que en la parcela Fórum, junto a la futura Ciudad de la Justicia, tampoco habrá uso deportivo y sí 120 viviendas.
Esta última parcela, vendida hace veinte años a García Arrabal para la construcción de un equipamiento deportivo que debería haber estado operativo hace 18 años, acaba de ser adquirida hace dos meses por un ‘afortunado’ promotor por un importe de 1,6 millones y resulta que con Moreno Bonilla le ha tocado la lotería, ya que ahora podrá construir viviendas donde debería haber pistas deportivas
Si les suena a pelotazo y pinta como un pelotazo, lo mismo es que es un pelotazo de libro. Con este decreto no será el primero, ni el último, pero lo que está claro es que no aprendemos y que no tenemos arreglo.
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