Si votamos, ganamos

Volver a disfrutar de los servicios públicos de calidad depende de lo que hagamos el domingo

Poco a poco la vida que vivíamos antes vuelve a asomarse a nuestra cotidianidad y, aunque ya nada será igual, volvemos a los viejos rituales como quien regresa a los lugares de su infancia donde, sin entonces saberlo, tocó con sus manos la felicidad.

De esa sensación, a lo largo de los últimos meses, tenemos innumerables ejemplos. El último, en Granada, la celebración del Corpus. No ha importado que los termómetros marcaran temperaturas de riesgo para la salud. Ni el calor sofocante, ni la amenaza aún presente de contagios, ni el anunciado plante de los caseteros en la primera noche han logrado hacernos quedar en casa. Desde el minuto uno, la feria estaba a rebosar.

Tenemos ganas de recuperar lo que, durante al menos un par de años, hemos visto en riesgo de desaparecer, cosas a las que tal vez no dábamos importancia por creer que eran para siempre y, sin esfuerzo por nuestra parte, estarían siempre ahí, al alcance de nuestra mano. Ojalá que, desde ahora y hasta el domingo, día en que tenemos que votar, podamos pensar en lo que significan unas elecciones en términos parecidos.

Porque unas elecciones, aunque sean cada tres o cuatro años, son nuestra oportunidad para decidir qué tipo de sociedad es la que queremos. Aunque el futuro sean los tres o cuatro años, de nuestro voto depende cómo va a ser. Y en demasiadas ocasiones creemos que lo que ahora tenemos está ahí para siempre y ya no necesitamos revalidar si queremos eso o queremos otras cosas.

Como hay sanidad pública universal no hace falta votar a los partidos que la defienden, creemos. Pero estamos viendo en nuestros propios hospitales y centros de salud que se puede pasar de tener el mejor sistema sanitario de las Comunidades Autónomas a estar en el furgón de cola. Y en solo tres años.

Como la escuela pública garantiza la educación universal y gratuita, creemos que da igual quién tome las decisiones en la Consejería de Educación. Pero acabamos de ser testigos del cierre de miles de unidades en la red pública, de la negativa de la Junta de Andalucía a financiar el tramo 0-3 con los fondos cedidos por el Estado, de la ineficacia de esa Consejería a la hora de cumplir la Ley de Bioclimatización

Volver a disfrutar de servicios públicos de calidad, seguir avanzando en la igualdad de derechos para todas las personas depende también de lo que hagamos el domingo. Deberíamos estar ya en el convencimiento de una verdad incuestionable: si votamos, ganamos.

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