Las noches de Volaera son especiales en Loja, la capital del Poniente de Granada, que este fin de semana celebró la velada final en su edición número 51 el Hotel El Mirador. Con la Alcazaba de fondo y las mejores galas de los más de 350 asistentes.

El orden del concurso quedó definido con el cuarto lugar de Manuel Ortiz, el tercer puesto de Francisco Ocón, el subcampeonato de José Manuel Gómez y la victoria del cataor de Lucena Antonio Nieto. El ganador se llevó 3.000 euros, que fueron entregados por el alcalde, Joaquín Camacho, y la Volaera de Plata, entregada por el presidente de la peña, Antonio Cáceres. El segundo clasificado contó con un premio de 1.500 euros, el tercero de 1.000 euros y el cuarto de 500 euros. 

Además, se entregó el premio especial del cante por granaínas y media granaína, que recayó en Francisco Ocón, valorado en 500 euros facilitados por la Obra Social de La Caixa y la Residencia Sierra de Loja Grupo Alfaguara.

El ganador de la 51 Volaera Flamenca, Antonio Nieto, se mostró muy emocionado de poder ser el galardonado con un concurso que consideró de los más prestigiosos de Andalucía. El cantaor agradeció el apoyo del público y la votación del jurado, y deseó una mayor vida al concurso.

Así transcurrió el concurso

La 51ª edición de La Volaera de Loja se inició con Carlos Molina como maestro de ceremonias, quien coge el relevo de Rafael Pérez en una labor que realizó durante más de 30 años. En su alocución hubo un sentido recuerdo para Antonio Moreno El Calero y José Luque Reina, cataores lojeños recientemente desaparecidos.

A continuación, el presidente de la Peña Flamenca Alcazaba, Antonio Cáceres, tomó la palabra agradeciendo el apoyo de los patrocinadores (Fundación Abades, Apolo, Forjados y Viguetas Thor, Frigoríficos Ortega, Loja Televisión, Ayuntamiento de Loja y Diputación de Granada) y colaboradores. “Hemos demostrado con esta noche y el festival que el flamenco no es algo secundario y que no llega”, comentó Cáceres satisfecho con la aceptación de las propuestas. 

Como es habitual en los últimos 12 años, durante los cuales trabaja la actual junta directiva, se homenajeó a algunos integrantes de la peña. En esta ocasión se reconoció la labor del que fuera presidente y presentador del concurso, Juan Francisco Mancilla, y los también directivos en pasados años, Marcelino Manzano y Francisco Ortega.

Con un jurado presidido por el cantaor Juan Pinilla y con los integrantes Ángel Rodríguez (cantaor de Granada y gran conocedor de los cantes), Santiago Bedmar (presidente de la Peña Hierbabuena de Ogíjares), Luis Justo Cortés y Mauricio Campaña (socios de la peña y conocedores de cante) y David López (secretario), se inició el concurso. El orden de participación se sorteó justo antes del inicio del concurso. Cada cantaor debía de ejecutar un cante de cada uno de los tres grupos de estilos flamencos. Lo que hayan cantado en semifinales no lo podían cantar en la final.

El cantaor de la localidad cordobesa de Adamuz, Francisco Ocón, fue el primero en iniciar el cante. Habitual en muchas finales, Ocón derrochó fuerza desde el primer palo. Estuvo acompañado por el guitarrista oficial de la peña, Carlos Zárate.

En segundo lugar, se contó con la participación de José Manuel Gómez Torres El Ecijano.  Contó con el acompañamiento de su propio guitarrista, Manuel Fernández Peroles, de Carmona. Era su segundo año de forma consecutiva en la final de una Volaera. Defendió su repertorio con un cierre de pie y sin guitarra que despertó el aplauso de los presentes.

Estreno en la final del cantaor de Mairena del Alcor, Manuel Ortiz Manuel de Monte. Con el guitarrista oficial, Carlos Zárate, Ortiz defendió un cante puro lleno de matices en su voz. Buscó la condescendencia del público, lográndolo en algunos momentos.

El cierre corrió a cargo del lucentino Antonio Nieto Fernández, a la postre ganador. También con Zárate a la guitarra, el cantaor minimizó los errores defendiendo un cante limpio y cercano. Fue ovacionado por el público en algunos de los palos y se mostró a gusto sobre el escenario.

El cierre de la noche no podía ser otro que la voz del ganador. Con su cante se despidió en la madrugada una nueva final de la Volaera, con el deseo de todos siendo el mismo que el expresado al inicio: "que no le falte nunca el viento a nuestra Volaera".

La tradición del flamenco en Loja

La defensa del flamenco fue puesta en relieve por el alcalde lojeño, Joaquín Camacho, que enfatizó una vez más el trabajo y la labor de la directiva de la peña lojeña. “El Ayuntamiento siempre os va a apoyar, pero sin vosotros esto no sería posible”, destacó el regidor que, aprovechando la presencia de la delegada de la Junta de Andalucía, Matilde Ortiz, defendió la petición de más apoyo de otras administraciones para seguir adelante con el fomento del flamenco.

"Que no le falte el viento a mi Volaera’" exclamaba el lojeño, Rafael Morales, en uno de sus poemas. Amante del flamenco, como muchos coetáneos que crearon la Peña Flamenca Alcazaba y su concurso, la Volaera, por el año 1972, Morales defendía las raíces culturales que para Loja supone este certamen. Esa ‘cañita ribereña’ coronada por cuatro picos, representa todo un emblema para la ciudad.

Es en esas profundas convicciones de pertenencia y pasión por el flamenco donde se asienta el trabajo que, de forma desinteresada, muchos lojeños han llevado a cabo para mantener la importancia de este concurso. Tras la conmemoración de la edición anterior del 50 aniversario, este año se inicia un nuevo ciclo en defensa del flamenco que espera ser igual de productivo. Acercar este bien inmaterial de la humanidad a toda la sociedad, es un objetivo constante que poco a poco va dando sus frutos.