Homenaje de Castril a Antonio Alcaraz Asensio

Castril y el doctor Alcaraz: una historia de amor correspondido

  • Alcaraz, jefe del Servicio de Urología del Clínic de Barcelona, es el cirujano que más órganos sólidos ha trasplantado en España

  • Castril, su pueblo natal y donde regresa siempre que tiene oportunidad, le ha dedicado una calle

Antonio Alcaraz, en la feria de Castril.

Antonio Alcaraz, en la feria de Castril. / Juan Miguel Alonso

“No he renunciado ni a mi origen ni a mi acento”. El doctor Antonio Alcaraz Asensio presume se enorgullece de su origen castrileño al tiempo que se define como “barcelonés convencido”. Su periplo vital es capaz de compaginar una extensa y brillante carrera profesional con un confeso amor por su tierra natal, a la que vuelve siempre que tiene oportunidad. Se enorgullece de ser castrileño por los cuatro costados. Hace unas semanas recibió el homenaje de sus paisanos. Dentro de los actos con motivo de la feria en honor de la Virgen del Rosario y el Cristo del Consuelo, el pasado 12 de octubre, el doctor Alcaraz descubrió la placa por la que desde ahora da nombre a la antes conocida como calle Morote, en el centro de la localidad granadina. Tras el acto de homenaje, el doctor cumplió con la tradición y se fue a recortar –al modo de Castril– a las vacas como un mozo más.

"Siempre he mantenid el vínculo con mi tierra. Voy a Castril y es como si no me hubiera ido”

“Puedo pasar veinte días al año allí, pero todos saben que soy de Castril”, relata con indisimulado orgullo por teléfono desde Barcelona. En pocas horas tomará un avión rumbo a Corea. Jefe del servicio de Urología del Clínic de Barcelona, reconoce que “exprimo hasta el último minuto”.

Desde que tiene memoria ha sentido verdadera afición por los toros. Recuerda aquella vez que, con apenas 12 años, en las fiestas de Santiago de la Espada, su padre le sacó de la plaza. El chiquillo se vino arriba en los encierros del pueblo jienense y se coló en el coso. “Uno dijo “Mira el crío en medio de la plaza”. Mi padre me quería matar”.

Aquella infancia castrileña cuajó su carácter, extrovertido y también serio. Cuando tenía 4 años, en la década de los 60, emigró con su familia a Barcelona, donde se formó. “Siempre he mantenido el vínculo con mi tierra. Voy a Castril y es como si no me hubiera ido”. Todos le conocen y reconocen. “Pasar de un lado al otro de la plaza me lleva media hora”, señala. “La media hora mejor aprovechada del día”, confesó en el discurso que dio tras descubrir la placa.

En Castril tiene casa y asegura que es en esta localidad granadina donde disfrutará de su jubilación. Mientras llega ese merecido descanso cumple con sus obligaciones como médico. A sus 59 años es un reputadísimo urólogo, a la vanguardia en tratamientos de urooncología y trasplantes. Es el cirujano que más órganos sólidos ha trasplantado en España, más de 1.300 riñones.

Cada año opera a medio millar de pacientes, una decena a la semana, según sus propios cálculos. El 80% de su actividad está relacionada con la urooncología, especialidad en la que suma unos 15.000 pacientes operados. Además de su labor en el quirófano, su laboratorio mantiene una alta producción científica que permite que él y su equipo sean reconocidos a nivel mundial.

Antonio Alcaraz Asensio. Antonio Alcaraz Asensio.

Antonio Alcaraz Asensio. / R. G.

Entre sus logros como investigador figuran varios hitos. En agosto de 2015 un equipo liderado por el granadino extrajo dos riñones por nefrectomía transvaginal –a través de la vagina de las donantes– y los implantó en los receptores mediante cirugía robótica, según informó en ese año el Clínic. Desde 2001, su equipo en el Clínico de Barcelona y el de San Juan de Dios de Esplugas –también en Barcelona– realizan trasplantes de este órgano en niños, con resultados positivos que demuestran que esta opción es la más adecuada para bebés de bajo peso y con el riñón enfermo.

“En 2007 realizó la primera nefrectomía transvaginal del mundo y en 2009 hizo la primera extracción transvaginal de riñón por tumor del mundo”, se indica en la reseña en la que se da cuenta del ingreso, en 2017, del doctor Alcaraz en la Real Academia de Medicina de Cataluña. En aquel acto el granadino disfrutó con la compañía de 35 vecinos de Castril. “Montaron en un autobús par ir a la ceremonia. Estaba emocionado”, recuerda del acto, celebrado en Barcelona.

Cuando Alcaraz entró en la Real Academia de Medicina, 35 paisanos de Castril fueron a Barcelona para acompañarle en el acto

“Para mirar hacia delante hay que estar orgulloso de lo que eres”, apostilla el doctor. Su primer apellido ya aparece vinculado a Castril en los registros civiles del siglo XVIII. En El repartimiento de Castril, de 1533, “ya se habla de Juan de Alcaraz”, afirma el urólogo, que atribuye su cabello rubio “a un tatarabuelo, de origen alemán”, Pedro Muñoz Worte. Por todo lo demás, presume de tener “ocho apellidos castrileños: Alcaraz, Asensio, Ortiz, Ródenas, García, Ortiz, Sola y Soria”.

Momento en el que se descubrió la placa que da el nombre de Antonio Alcaraz a la antigua calle Morote. Momento en el que se descubrió la placa que da el nombre de Antonio Alcaraz a la antigua calle Morote.

Momento en el que se descubrió la placa que da el nombre de Antonio Alcaraz a la antigua calle Morote. / Juan Miguel Alonso

Su devoción por Castril tiene como respuesta el “cariño tremendo” de sus vecinos. “Estoy sobrecogido con tanto cariño”, revela sobre el homenaje que recibió recientemente en su pueblo, en el que, por cierto, también celebró hace tres años su boda. Su esposa, Nuria, y sus hijos, Carmen y Matías, también mantienen un fuerte vínculo con el municipio granadino. "Se casó conmigo en Castril. Fue su elección. Quiere que nuestros hijos mantengan también sus raíces castrileñas", glosó en su discurso del pasado mes de octubre ante sus vecinos y familiares.

“Es un pueblo de sierra y eso influye en nuestro carácter”, destaca sobre sus paisanos.Reconoce que les caracteriza un “un punto más sobrio”. También les caracterizan la verdad y la bondad. “Es lo que me gusta de mi tierra.La gente es muy de verdad”, una cualidad que hace extensiva a los pueblos vecinos que se reparten entre las provincias de Granada y Jaén.

Su discurso tras descubrir la placa en el centro del pueblo finalizó con unas sentidas palabras. “La primera calle con nombre de un natural de Castril es un homenaje a todos y cada uno de los castrileños, tanto a los que vivís aquí como todos aquellos que tuvimos que abandonar nuestra tierra”.

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