La gran afluencia en la playa de Calabajío, en Almuñécar, propició la Policía Local y los Auxiliares de Playa acordaran cerrarla poco antes de las 14 horas al constatar que tenía el aforo cubierto. Se produjeron algunas quejas de bañistas pero imperó el razonamiento, según informaron fuentes de la Policía Local en declaraciones recogidas en una nota de prensa remitida por el Ayuntamiento.

La de Calabajío no es la primera intervención de cierre de playa por exceso de aforo. Ayer sábado la Policía Local se vio obligada a cerrar un tramo de Playa Granada en Motril por el aluvión de personas que impedían que se pudieran guardar las distancias de seguridad entre Los Moriscos y el antiguo hotel Robinson. El cierre se ha producido entre las cinco y poco antes de las ocho de la tarde, cuando la situación regresó a la normalidad.

Y es que las características de esta playa, dotada de arena fina, de unos 170 metros de longitud y una media de 30 metros de ancho -además de que suele ser una playa tranquila- hace que sea muy demandada cada fin de semana, no solamente por los propietarios de la urbanización Playa Galera, sino por muchos visitantes de la capital granadina.

Calabajío, en Almuñécar.

En cuanto al resto de las playas de Almuñécar, desde el Ayuntamiento se destaca que "todas han ofrecido una imagen veraniega cien por cien". El buen tiempo ha favorecido, además, la práctica de deportes acuáticos, como el kayak o paddle surf destaca el Consistorio en una nota.

A medida que avanzó la mañana el ambiente se trasladó a las terrazas de bares y chiringuitos para degustar el tapeo o los espetos. También a los restaurantes situados en las zonas paseos e interior, algunos de los cuales ya tenían reservas completas dado la reducción de espacios.

En los hoteles de mayor categoría abiertos esta semana la ocupación se incrementó notoriamente ofreciendo mejores datos de ocupación y superando algunos el 50 y 60% , e incluso, algo más dependiendo de la capacidad, señala el Ayuntamiento.