El Casco Histórico de Granada y barrios como el Albaicín y el Realejo han permitido mantener en pie a buena parte de su antiguo parque inmobiliario. Los movimientos poblacionales en épocas franquistas que supusieron un éxodo de barrios como el Albaicín o la intensidad de la construcción de décadas posteriores ha permitido que los edificios "de toda la vida" se mantuvieran en pie en el casco histórico salvo excepciones clamorosas por nuevos diseños urbanísticos o permisos políticos cuestionados. 

En la provincia, con gran dispersión de núcleos, el mantenimiento ha sido variado. En unos municipios se han conservado las esencias históricas y en otros las ansias de desarrollo han acabado con sus mejores ejemplos históricos. 

En Granada capital el desarrollo urbanístico ha estado limitado por el escaso terreno disponible, lo que ha generado un aspecto negativo, el envejecimiento de buena parte del parque inmobiliario, especialmente en los barrios más degradados, como por ejemplo Norte y también en zonas de Albaicín y Chana.

Pero las atuaciones ejecutadas en las primeras décadas de los ayuntamientos democráticos y, especialmente, con los planes de rehabilitación, evitaron en la capital el colapso de su centro histórico y el barrio patrimonial del Albaicín, un ejemplo urbanístico que la ciudad está obligada a conservar. 

Así, se ha derribado poco y se ha arreglado mucho de lo que ya existía. Lo cual es siempre una buena noticia, pues implica que la ciudad ha sabido mantener en pie a buena parte de su legado inmobiliario. Y teniendo en cuenta que se contaba con un casco antiguo colapsado de edificaciones, eso hace que Granada sea la tercera capital con el parque de viviendas más antiguo, tras Cádiz y Málaga, con más casas construidas antes de 1900. 

Las casas más antiguas

Así lo destaca el INE en su último capítulo sobre el Censo de Población de Viviendas de 2021, que ahora se ha conocido.

El INE aporta datos del grado de antigüedad del parque de viviendas en las provincias y grandes ciudades. Lo divide por décadas en los siglos XX y XXI, con un tercer bloque de fincas construidas antes de 1900.

Según la estadística, en la provincia hay 573.692 viviendas, de las que 6.548, un 1,14% del total, se construyeron antes de 1900. Esto hace que la provincia sea la segunda de Andalucía, tras Cádiz, con 22.751, con más viviendas de esa antigüedad. Es segunda, también, en viviendas construidas de 1900 a 1920, con 23.081. En este caso solo le adelante Jaén, con 24.934. Sumando estas dos cifras, la provincia cuenta con 29.629 viviendas construidas antes de 1920. Después ya pasa a cuarta posición, en la media de Andalucía, en viviendas construidas en décadas posteriores. De 1941 a 1950 se construyeron 21.152 viviendas; de 1951 a 1960, 27.552; de 1961 a 1970, 60.683; de 1971 a 1980, 86.667; de 1981 a 1999, 73.782 y de 1991 a 2000, 84.009. El mayor número de viviendas construidas en la provincia se levantaron en la primera década de los 2.000, con 126.552 construidas entre 2001 y 2010. De 2011 a 2020 bajó esa cifra, con la crisis del ladrillo y el Covid, a 12.899.

En la capital la tendencia es la misma. La ciudad cuenta con 141.257 viviendas, de las que 98.316 son principales y 42.941, no principales. De estas, 465 son de antes de 1900 (el 0,3% del total), siendo la tercera capital, tras Cádiz y Málaga, con más pisos tan antiguos. Es la segunda con más viviendas de entre 1900 y 1920, con 4.588 construcciones. En el resto de décadas está entre el tercer y cuarto lugar de Andalucía. La capital conserva 2.640 viviendas construidas entre 1921 y 1940; 2.475 de entre 1941 y 1950; 5.713 de la década de los 50 del siglo pasado; 29.159 de entre 1961 y 1970; 38.819 entre 1971 y 1980, el periodo en el que más viviendas se construyeron la capital; 20.318 de entre 1981 y 1990 y 15.488 de 1991 al año 2000. De la primera década del 2.000 hay 17.191 viviendas y de 2011 a 2020, apenas 3.083.

Como ejemplo, sólo Madrid, Barcelona, Cádiz y Málaga superan a la capital en número de pisos en edificios anteriores a 1900. En Madrid son 16.328 y en Barcelona se llega a 35.040. 

La evidente falta de suelo en la capital, con su término casi totalmente agotado, impide ampliar cifras a pesar de la demanda de viviendas que hay.