Las calles abandonadas de Tablate, el poblado situado estratégicamente junto al Camino real que conduce a la Alpujarra, vuelve a recibir visitantes y a oficiar una ceremonia religiosa en Honor a la Inmaculada Concepción. Una decena de personas se han congregado, entre vigas y algún que otro azulejo roto, en el interior de la iglesia de Santiago para oficiar una misa a cargo de la iglesia católica antigua o veterocatólica y bendecir todo el lugar. Y todo ello pese a las discrepancias surgidas entre las dos asociaciones que trabajan para devolver la vida al despoblado -Tablate Histórico y Amigos por Tablate- que, tras una serie de desacuerdos y distintos puntos de vista, abandonaron a Ibán de María Guardiola, el fundador de la primera asociación, que adquirió la iglesia al Arzobispado de Granada y que tras realizar unos arreglos en su infraestructura el Ayuntamiento del Pinar le abrió un expediente, fundando la segunda agrupación.
Las diferencias entre los componentes de ambas asociaciones viene de largo y el último desencuentro ha sido precisamente esta misa. Desde Tablate Histórico anunciaban la realización de un acto en Honor a la Inmaculada Concepción, Patrona de Tablate, una romería por las calles y una posterior convivencia; por otro lado desde Amigos por Tablate anunciaban a través de redes sociales que eran "totalmente" ajenos a los actos proclamados en la festividad de la Inmaculada Concepción, asegurando que "no cuenta con autorización eclesiástica ni permiso municipal del ayuntamiento". Así mismo, la asociación anunciaba que en breve fijarían una fecha para la romería en honor a la santa.
Un grupo de amigos y amantes del patrimonio se unieron en 2022 para devolver a este enclave parte del encanto que tuvo en otra época a través de la asociación Tablate Histórico, tras una serie de desencuentros, gran parte de los socios montaron una nueva agrupación, Amigos por Tablate, que se reúne los domingo para realizar labores de limpieza y mantenimiento, tienen un largo camino por delante pero han conseguido darle un vuelco completo al despoblado. El objetivo lo tienen claro: devolver la vida a este enclave de la provincia.
Con todo ello, una decena de personas, entre ellos varios vecinos de la zona con antepasados en el lugar, se han reunido en el interior de la iglesia en un acto religioso oficiado por Antonio Jiménez, Arzobispo de la iglesia Veterocatólica de Santa Filomena y han procesionado por las calles del despoblado para bendecir las distintas casas.
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