Un decantador hará que el agua de Bermejales sea apta para consumo
El proyecto, elaborado por la Diputación, ha llegado a la Delegación de Medio Ambiente con un presupuesto de ejecución de más de un millón de euros
La Delegación de Salud decretó el pasado 23 de octubre que el agua que bebían más de 15.000 personas de cuatro municipios del Poniente de Granada no era apta para consumo humano. La altas concentraciones sin riesgo para la salud de un metal pesado, el manganeso, la turbidez del agua y el color -más cerca del marrón que al transparente que debe tener el líquido elemento- hizo que las autoridades sanitarias decretasen, tras un análisis de la empresa suministradora, Gestagua, que no se consumiese el agua del grifo. Ahora, la Delegación de Medio Ambiente de la Junta cuenta con el proyecto para solucionar el problema de salubridad del agua en esos cuatro pueblos.
Villanueva de Mesía, Cacín, Moraleda de Zafayona y Huétor Tájar toman su agua de abastecimiento del Pantano de los Bermejales. Allí, una Estación de Tratamiento de Agua Potable hacía lo posible porque el agua fuera lo más apta posible. El problema, según el proyecto que pretende mejorar la ETAP, es que "la cota de captación del agua a tratar dentro del embalse de los Bermejales se encuentra situada muy próxima al fondo del pantano, lo que la hace vulnerable a episodios de perturbación del manto de sedimentos que puedan acontecer".
De hecho, el mismo día que Salud decreto el agua como no apta, el PP había asegurado que el problema con el abastecimiento del agua era "cíclico" y que solía darse en primavera y con fuertes lluvias que removían el lecho del pantano. Asimismo, llegaron a señalar que la captación de agua había sido previamente usada por los regantes de la zona.
El proyecto técnico, elaborado por el Área de Obras, Servicios y Desarrollo de la Diputación Provincial, señala que, si bien la línea de tratamiento del agua está "bien adaptada" para las condiciones normales, "carece de las herramientas necesarias para poder hacer frente a los empeoramientos bruscos en la calidad del agua". Para atajar simultáneamente tanto el problema de la turbidez como el del exceso de manganeso, los técnicos proponen "una nueva etapa de tratamiento" entre el bombeo de agua del pantano y los filtros de la ETAP que consistirá en un decantador de hormigón armado "resistente a aguas con azufre". En concreto, se buscará "la oxidación del manganeso y la clarificación del agua bruta" para llegar en estado "aceptable" a la estación de tratamiento. El presupuesto de licitación es cuantificado por el técnico de la institución provincial en 1.116.548,56 euros.
De esa forma, el agua pasaría a través del nuevo sistema de depuración desde el depósito que la almacena hasta los filtros de la estación de tratamiento. Según señala el proyecto, "este nuevo equipo de tratamiento se pondría en servicio únicamente en los periodos en que la calidad del agua bruta lo requiera", de forma que, en condiciones normales, el único sistema de tratamiento del agua potable sería el actual, "que no sufre problemas de funcionamiento en condiciones normales". De hecho, según señalaron fuentes de Medio Ambiente, desde que la ETAP entrase en servicio, en 2002, "el agua tratada en la instalación ha tenido históricamente una calidad acorde con las reglamentaciones aplicables".
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