En abril, aguas mil. Las precipitaciones caídas en el pasado mes sobre los embalses de la cuenca del Guadalquivir, que suministra agua a la provincia de Granada (además de Sevilla, Córdoba y Jaén), han permitido aumentar su capacidad de un 29,9% hasta el 32,2, según los datos remitidos por el Ministerio para la Transformación Ecología y Reto Demográfico.

Se trata, sin duda, de un cambio mínimo pero importante en un contexto de sequía. Esta es también una cifra muy por debajo de la media nacional, que se sitúa en el 50,7%, un porcentaje que también sube respecto al 46,8% del último informe del ministerio. 

De forma más detallada, y atendiendo a la información del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) del Guadalquivir, los pantanos de la provincia también se han visto favorecidos por las precipitaciones del pasado mes, pues de los nueve embalses que gestiona CHG en la provincia, seis de ellos superan el 50% de su capacidad, consolidando así la tendencia de crecimiento que venía observándose en los últimos meses.

Eso sí, no todo son buenas noticias. Algunos pantanos se encuentran en una situación preocupante, como el caso de Colomera, en la comarca de los Montes Orientales, que está a un 16% de su capacidad; o el de San Clemente, en Huéscar, con un 21% de capacidad. 

Con todo, las lluvias caídas han permitido mejorar registros a lo largo del 2022 y esto se observa claramente en casos como el de Quéntar, que está ahora a un 83,6% de su capacidad, mientras que a principios de enero se encontraba en un 42,27%; otro caso paradigmático es el de Portillo, que con un 81,14% retrocede levemente respecto al 90% con el que despidió marzo, aunque sube si comparamos el porcentaje de enero (68,49%)