La Guardia Civil auxilia a varios menores tras averiarse el autobús en el que viajaban en Granada
Algunos menores sufrieron lo que parecía ser un golpe de calor
Viajes familiares, jóvenes o ciclistas atropellados: Las tragedias de este año en las carreteras de Granada, entre las más peligrosas del país
Durante la tarde del pasado 4 de julio, agentes del Destacamento de la Guardia Civil de Loja, recibieron aviso de su Central Operativa de Tráfico (COTA), para el auxilio de un autobús que se encontraba averiado en el kilómetro 158 de la autovía A-44. Al llegar al lugar, los agentes observaron que el autobús averiado, de servicio discrecional y de dos plantas, ocupaba parte del carril derecho de la autovía en el inicio de una curva peligrosa. A este hecho se unía además que había gran densidad de tráfico debido al inicio de la operación verano.
En el autobús, que provenía de Almuñécar y se dirigía a un pueblo del interior de la provincia, viajaban 86 personas, la mayoría de ellos menores de edad. Todos esperaban en el interior del vehículo dado que en el lugar donde se produjo la avería no había posibilidad, debido a la alta intensidad de la circulación en esos momentos, de bajarlos del mismo con seguridad.
El conductor del autobús alertó a uno de los agentes de la Guardia Civil de que algunos de los jóvenes, a consecuencia de las altas temperaturas y a que no funcionaba el aire acondicionado debido a la avería del motor, se encontraban mareados y con síntomas compatibles con un golpe de calor. Los guardias civiles solicitaron una ambulancia en el punto para su atención y, mientras se esperaba su llegada, trasladaron a los menores que estaban mareados hasta el vehículo oficial donde, tras ofrecerles botellas de agua y conectar el aire acondicionado, consiguieron tras varios minutos estabilizarlos.
Mientras tanto, los guardias civiles anularon el carril derecho, señalizaron y regularon el tráfico en el punto, y solicitaron apoyo a una segunda patrulla de la Guardia Civil de Tráfico y al servicio de conservación y mantenimiento de la A-44. Cuando llegaron los refuerzos, se procedió a bajar del vehículo averiado a todos los menores para ponerlos en un lugar resguardado y con seguridad.
Cuando llegó el autobús de sustitución, los menores, que ya estaban recuperados, y sus acompañantes realizaron el trasbordo al nuevo vehículo y pudieron continuar su camino.
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