Un informe técnico sobre la estructura del mercado municipal de Almuñécar revela la necesidad de demoler el edificio en parte o en su totalidad para poder solventar los problemas que presenta y que obligaron a clausurar el parking situado en el subsuelo. El estudio fue elaborado por la empresa adjudicataria de la rehabilitación del aparcamiento, Hermanos García Motril, supervisado por una empresa técnica.

La alcaldesa de Almuñécar, Trinidad Herrera, junto al concejal de Urbanismo y el ingeniero municipal, se reunieron con los comerciantes del mercado municipal para informales de la situación. Según explicaron, la zona más afectada de la estructura es en la que se sitúan los puestos de pescado, pues precisamente el agua que utilizan es lo que la ha dañado, mientras que el resto "necesita de un reforzamiento".

El edil de Urbanismo, José Manuel Fernández, expuso a los comerciantes dos opciones para resolver la situación. La primera pasa por "demoler la zona del pescado y reforzar la otra zona menos afectada, con un coste de 1,2 millones de euros y un plazo de ejecución de un año". La segunda sería "demolerlo entero y hacerlo nuevo, con la impermeabilización. El presupuesto rondaría entre 1,2 y 1,5 millones de euros, y con el mismo tiempo de ejecución".

En cualquiera de los dos casos, sería necesario instalar un mercado provisional prefabricado y desalojar el actual. En principio se baraja como emplazamiento la plaza de Kuwait, situada frente al mismo mercado. Todo ello, explicó el edil, "se llevaría a cabo con las máximas garantías por escrito de todos y cada uno de los adjudicatarios de los puestos, para que nadie tenga dudas".

Fernández manifestó que, "independientemente de la alternativa que se lleve a cabo, hay un problema que se denomina 'estructura de mercado', motivado por la explotación del recinto derivado de una bajada de afluencia de visitantes que no tiene nada que ver con el aparcamiento, y por ello creemos que se podría aprovechar ahora la ocasión para reconvertirlo en un negocio más rentable". Así, una vez solucionados los problemas estructurales, "sería interesante buscar una alternativa que podría pasar por compaginar la actividad comercial y la hostelería o restauración".

Ahora serán los comerciantes quienes, en asamblea, decidirán sobre las alternativas expuestas desde el Ayuntamiento, aunque en cualquier caso el proceso de tramitación, proyecto y traslado nunca se llevaría a cabo antes de verano.